Alexis Balza, director de Política del estado Táchira.
El viernes Santo, definitivamente, Venezuela salió de la CAN y el Gobierno nacional venezolano no se ha dado a la tarea de establecer cuál será el régimen a aplicar en la frontera, de allí que hay una gran incertidumbre en la zona, hecho que afecta en demasía a los comerciantes de San Antonio y Ureña.
Ante esta situación, que comenzará a sentirse con mayor peso mañana lunes, Alexis Balza, director de Política, le propone al Gobierno nacional que establezca un régimen de excepción en la zona de frontera (Ureña y San Antonio), que permita una reactivación económica urgente y que puede incluir la eliminación del IVA para que los productos no suban de precio.
Según el director de Política, Alexis Balza, todo el mundo habla de las consecuencias que trae, tanto para Colombia como Venezuela, la salida de la Comunidad Andina de Naciones, es decir, del acuerdo de Cartagena, decisión 257 que crea aranceles especiales para los países andinos, pero nadie observa y explica las graves consecuencias que trae para los pueblos de la zona de frontera, es decir, San Antonio del Táchira y Ureña.
Los dirigentes, residentes que hacen vida en estos pueblos, expresan hoy la incertidumbre y angustia, porque existe una completa desinversión y políticas contrarias al desarrollo de la frontera, dijo.
"Los habitantes de la frontera, en los últimos siete años, parecieran vivir en medio de una política planificada, que consiste en destruir y cerrar la principal fuente de empleo de la zona de frontera del Táchira, como lo es el comercio binacional", apuntó.
En Ureña -argumentó- existen factorías que producen bienes terminados que necesitan insumos de Colombia y Ecuador, incluso de Perú, y al salir Venezuela de la CAN, las preferencias arancelarias que existían, pagándose sólo el 1% , se convierten ahora en un pago de 30, 40 y hasta 50% de impuestos, precisamente por no formar parte del Acuerdo de Cartagena, es decir, que los comerciantes van a tener que pagar muy caros los productos y entonces tomarán la decisión de cerrar las puertas, encarecerán los productos o en su defecto, elaborarán mercancías de muy mala calidad.
También se va a generar más contrabando con la salida de la CAN y, paralelo a ello, aumentaría la corrupción de los funcionarios aduaneros, de la Fuerza Armada, se incrementarían más las alcabalas y con ello, la represión.
En el 2009, precisó Alexis Balza, por razones ideológicas y políticas, el Gobierno venezolano se retiró de la Comunidad Andina de Naciones, luego de que Perú y Colombia negociaran con Estados Unidos un tratado de libre comercio, y quienes gobiernan a Venezuela, en su trasnochada pasión antiimperialista, optaron por retirar a este país de la CAN, donde se establecen, por acuerdos multilaterales, preferencias arancelarias para productos terminados y materia prima para la fabricación.
"Hoy no sabemos qué puede pasar este lunes, cuando llegue mercancía a las almacenadoras de San Antonio y Ureña, y no se conozca a qué régimen arancelario se acogerán; esto generaría inseguridad jurídica, de las muchas que ya se han vivido en San Antonio y Ureña, donde empresas de transporte y agencias de aduanas han tenido que cerrar sus puertas y tirar a la calle a trabajadores de estos dos puntos geográficos", apuntó.
De acuerdo con lo expresado por Alexis Balza, en San Antonio y Ureña han sido víctimas de una política contraria al trabajo y desarrollo de estos pueblos, y esta incertidumbre comercial que se vive atenta contra la economía de muchas familias que viven del comercio binacional.
"Son más de 40 mil familias que viven del comercio binacional, cerca de 25 mil empleos, solamente en San Antonio del Táchira, se han perdido en los últimos años, producto de estas desacertadas políticas del Gobierno central", aseveró.
Puntualizó al mismo tiempo el secretario de Política que son más de 300 empresas que han cerrado las puertas, más de 200 transportadoras, más de 5 almacenadoras, y esta es una situación gravísima, que pareciera no ha llegado a oídos del Presidente.
En los últimos años sólo se ha recibido una política de represión, mas no de reactivación y de inversión, que haga que esta frontera dinámica crezca y genere calidad de vida, agregó.
Hay empresarios venezolanos que todavía creen en San Antonio y Ureña, pero ante las políticas aplicadas por el Gobierno venezolano, piensan en retirar sus capitales y esto trae como consecuencia que se pierdan empleos, que no exista circulante económico, sostiene el director de Política.
Explicó también Balza que algunos especialistas en economía hacen el llamado al Presidente para que establezca la paridad cambiaria, pero no se dan cuenta de que la inestabilidad cambiaria pasa por esta incertidumbre comercial y jurídica que ha hecho vivir el Gobierno central.
Hizo un llamado al Gobierno central, en el sentido de revisar estas políticas, porque es injusto que el pueblo fronterizo viva tantas angustias, producto de las desacertadas políticas y la falta de interés y atención del Gobierno a este espacio geográfico, que también es territorio venezolano.
Ante esta situación, que comenzará a sentirse con mayor peso mañana lunes, Alexis Balza, director de Política, le propone al Gobierno nacional que establezca un régimen de excepción en la zona de frontera (Ureña y San Antonio), que permita una reactivación económica urgente y que puede incluir la eliminación del IVA para que los productos no suban de precio.
Según el director de Política, Alexis Balza, todo el mundo habla de las consecuencias que trae, tanto para Colombia como Venezuela, la salida de la Comunidad Andina de Naciones, es decir, del acuerdo de Cartagena, decisión 257 que crea aranceles especiales para los países andinos, pero nadie observa y explica las graves consecuencias que trae para los pueblos de la zona de frontera, es decir, San Antonio del Táchira y Ureña.
Los dirigentes, residentes que hacen vida en estos pueblos, expresan hoy la incertidumbre y angustia, porque existe una completa desinversión y políticas contrarias al desarrollo de la frontera, dijo.
"Los habitantes de la frontera, en los últimos siete años, parecieran vivir en medio de una política planificada, que consiste en destruir y cerrar la principal fuente de empleo de la zona de frontera del Táchira, como lo es el comercio binacional", apuntó.
En Ureña -argumentó- existen factorías que producen bienes terminados que necesitan insumos de Colombia y Ecuador, incluso de Perú, y al salir Venezuela de la CAN, las preferencias arancelarias que existían, pagándose sólo el 1% , se convierten ahora en un pago de 30, 40 y hasta 50% de impuestos, precisamente por no formar parte del Acuerdo de Cartagena, es decir, que los comerciantes van a tener que pagar muy caros los productos y entonces tomarán la decisión de cerrar las puertas, encarecerán los productos o en su defecto, elaborarán mercancías de muy mala calidad.
También se va a generar más contrabando con la salida de la CAN y, paralelo a ello, aumentaría la corrupción de los funcionarios aduaneros, de la Fuerza Armada, se incrementarían más las alcabalas y con ello, la represión.
En el 2009, precisó Alexis Balza, por razones ideológicas y políticas, el Gobierno venezolano se retiró de la Comunidad Andina de Naciones, luego de que Perú y Colombia negociaran con Estados Unidos un tratado de libre comercio, y quienes gobiernan a Venezuela, en su trasnochada pasión antiimperialista, optaron por retirar a este país de la CAN, donde se establecen, por acuerdos multilaterales, preferencias arancelarias para productos terminados y materia prima para la fabricación.
"Hoy no sabemos qué puede pasar este lunes, cuando llegue mercancía a las almacenadoras de San Antonio y Ureña, y no se conozca a qué régimen arancelario se acogerán; esto generaría inseguridad jurídica, de las muchas que ya se han vivido en San Antonio y Ureña, donde empresas de transporte y agencias de aduanas han tenido que cerrar sus puertas y tirar a la calle a trabajadores de estos dos puntos geográficos", apuntó.
De acuerdo con lo expresado por Alexis Balza, en San Antonio y Ureña han sido víctimas de una política contraria al trabajo y desarrollo de estos pueblos, y esta incertidumbre comercial que se vive atenta contra la economía de muchas familias que viven del comercio binacional.
"Son más de 40 mil familias que viven del comercio binacional, cerca de 25 mil empleos, solamente en San Antonio del Táchira, se han perdido en los últimos años, producto de estas desacertadas políticas del Gobierno central", aseveró.
Puntualizó al mismo tiempo el secretario de Política que son más de 300 empresas que han cerrado las puertas, más de 200 transportadoras, más de 5 almacenadoras, y esta es una situación gravísima, que pareciera no ha llegado a oídos del Presidente.
En los últimos años sólo se ha recibido una política de represión, mas no de reactivación y de inversión, que haga que esta frontera dinámica crezca y genere calidad de vida, agregó.
Hay empresarios venezolanos que todavía creen en San Antonio y Ureña, pero ante las políticas aplicadas por el Gobierno venezolano, piensan en retirar sus capitales y esto trae como consecuencia que se pierdan empleos, que no exista circulante económico, sostiene el director de Política.
Explicó también Balza que algunos especialistas en economía hacen el llamado al Presidente para que establezca la paridad cambiaria, pero no se dan cuenta de que la inestabilidad cambiaria pasa por esta incertidumbre comercial y jurídica que ha hecho vivir el Gobierno central.
Hizo un llamado al Gobierno central, en el sentido de revisar estas políticas, porque es injusto que el pueblo fronterizo viva tantas angustias, producto de las desacertadas políticas y la falta de interés y atención del Gobierno a este espacio geográfico, que también es territorio venezolano.
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