Al menos una de cada 10 personas en las principales ciudades del país ha sido
víctima de robo en el último año. Y de ese total, al 70% le han hurtado un
celular.
Ese es uno de los resultados más reveladores de la Encuesta de Convivencia y Seguridad Ciudadana, la muestra estadística más grande realizada en el país y en la que el Dane consultó a 173 mil personas mayores de 15 años en las 25 principales ciudades del país. Les preguntaron de hurto a personas, hurto de residencias y vehículos, extorsión y riñas.
Ese es uno de los resultados más reveladores de la Encuesta de Convivencia y Seguridad Ciudadana, la muestra estadística más grande realizada en el país y en la que el Dane consultó a 173 mil personas mayores de 15 años en las 25 principales ciudades del país. Les preguntaron de hurto a personas, hurto de residencias y vehículos, extorsión y riñas.
Los resultados, que representan a 15,6 millones de personas, fueron
presentados este jueves en el encuentro de alcaldes en Manizales por el alto
Consejero Francisco Lloreda y el director del Dane, Jorge Bustamante.
En el evento destacaron que si bien uno de cada 5 encuestados (20 por ciento
del total) reconoció que entre agosto del 2011 y julio de este año fue víctima
de un delito; es una cifra baja en comparación a otras ciudades del continente,
como Río de Janeiro o Buenos Aires.
"Si nos comparamos con otros países, estamos mejor que la mayoría de
países de la región. No es consuelo pues todavía tenemos muchos
problemas, pero nos confirma que estamos en el camino correcto", dijo
Lloreda.
Los habitantes de Pasto, Popayán, Cali y Palmira fueron los que más
contestaron haber sido víctimas; mientras que las ciudades de la Costa
(Cartagena, San Andrés, Sincelejo, Valledupar, Santa Marta y Barranquilla), y
las del oriente (Cúcuta y Bucaramanga) tienen las tasas más bajas.
Otra de las respuestas que causaron impacto fue la manera como fueron
víctimas de un hurto personal: al 46,8 por ciento lo atracaron a mano armada. En
cuanto al hurto a residencias, la modalidad más común fue la violación de la
cerradura de la puerta o una ventana.
También llama la atención el motivo del por qué al menos dos de cada 10
encuestados se vieron envueltos de una riña. El 63 por ciento dijo que fue para
responder una agresión física, y el 60,2 por ciento por una agresión verbal.
Esto traduce en un alto nivel de intolerancia.
La extorsión
Respecto a a la extorsión, delito considerado en aumento, solo el 0,8
respondió haber sido víctima. Analistas señalaron que es "un porcentaje bajo
comparado con el imaginario colectivo, que considera es muy alto", y agregaron
que puede ser una problemática "focalizada en algunas zonas o actividades".
Las autoridades analizan estrategias para cambiar la percepción de
inseguridad, pues la cifra contrasta con el número de víctimas reales. Seis de
cada 10 encuestados dijo sentirse inseguro en la ciudad en la que reside, siendo
las mujeres las que más sienten temor. Esa sensación es más alta cuando están en
las calles, en un transporte público o en plazas de mercados.
Pero no es el único punto por revisar, dado a que los niveles de denuncia
siguen siendo muy bajos. Del total que declararon haber sido víctimas, tan solo
el 24,5 se acercó a la Policía o a la Fiscalía para hacer el denuncio. Los que
más dieron a conocer lo ocurrido fueron los afectados por el hurto a residencias
y los que menos a los que les robaron el carro o una parte de este.
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