Más de 30 mil vehículos con placas venezolanas, comprados por personas que quizás tienen doble nacionalidad y viven en Colombia, se surten de combustible en el estado Táchira y estarían siendo utilizados para llevarlo al otro lado de la frontera.
Así se desprende del análisis ofrecido a los medios de comunicación por voceros de la Mesa Técnica Energética y de Administración de Combustibles del Táchira, quienes también reconocen que el actual volumen de combustible de contrabando bordea los 20 millones de litros al mes.
Aunque aseguran que gracias a la automatización el tráfico de gasolina y ACPM ha disminuido en más de 100 millones de litros mensuales en los últimos años. Situaciones puntuales como los cierres de frontera durante los recientes procesos electorales venezolanos, han permitido a las autoridades detectar los vehículos que se quedan del lado colombiano.
Aseguran que quienes compran los vehículos son personas venezolanas, quienes luego con una autorización los venden en Colombia, y estos vehículos son utilizados para surtirse en territorio venezolano, pero circulan en el lado colombiano.
“La automatización nos ha permitido identificar esos más de 30 mil vehículos y sus dueños, y en el momento que se decida podríamos simplemente ubicarlos en cualquier bomba internacional (Safec), debido a que el subsidio del combustible es para las personas que viven en nuestro país”, destacaron.
De acuerdo con estudios realizados, unas 20 mil personas estarían usando su cupo normal de combustible para luego transportarlo por diferentes vías no sólo a Cúcuta, ni a los municipios Pedro María Ureña y Bolívar, sino a diferentes lugares de la entidad tachirense donde funcionan centros de acopio clandestino.
Por medio de auditorías, las autoridades venezolanas han logrado detectar 9 mil 735 vehículos dedicados al microtráfico, muchos de los cuales han sido sancionados administrativamente, con la reducción de su cupo hasta la mitad, mientras que otros ya tienen procedimientos abiertos en la vía jurisdiccional.
Igualmente, se adelantan investigaciones sobre gran cantidad de motorizados y mototaxistas que cruzan la línea fronteriza varias veces al día, sólo para llevar combustible.
Frente a esta situación han comenzado a implementarse ya algunas estrategias para frenar este microtráfico, por ejemplo, que en el surtidor no aparezca la cantidad de combustible que le queda a cada usuario, de tal manera que los empleados de las estaciones de servicio no puedan usar este sobrante para venderlo a quienes operan a los alrededores de las bombas de gasolina.
Así mismo se están poniendo más lectores electrónicos en diferentes lugares del territorio tachirense, lo que permitirá conocer las migraciones de algunos vehículos. Otra de las medidas a implementar es la suspensión del otorgamiento de permisos a líneas de transporte público y taxis, por cuanto se ha determinado que en muchos casos sólo usan el cupo para venderlo a las mafias.
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