Estos serían los llamados 'Tupamaros' en plena acción en Ureña. Los motorizados dispararon al aire con armas automáticas amenazando a los protestantes.
Las protestas y la zozobra se trasladaron ayer de San Cristóbal, capital del estado Táchira, al distrito fronterizo Pedro María Ureña.
El alcalde Alejandro ‘Tato’ García contó que desde muy tempranas horas un grupo de manifestantes bloqueó el paso frente al Central Azucarero de Ureña (Cazta) lo que obligó a la intervención de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y al inicio de una ola de violencia que se extendió hasta las primeras horas de la tarde.
El funcionario venezolano señaló que a las 5:00 de la mañana “la acción imprudente de un capitán de la GNB -quien disparó contra los manifestantes- fue el principio del fin de una jornada demoníaca donde un grupo de encapuchados conminó a los comerciantes a cerrar las puertas de sus negocios”.
El alcalde aseguró que tiene en su poder dos casquillos de balas disparados contra su casa en horas de la mañana, por un presunto efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana quien iba en un vehículo particular. “Tengo los casquillos para entregárselos a la PTJ para que hagan las respectivas experticias”, declaró.
El alcalde dijo que los incidentes dejaron un herido por parte de la GNB que trasladó al Centro de Cuidados Intensivos (CDI) donde los médicos cubanos le ofrecieron una atención inmediata y profesional de las magulladuras y raspones que presentaba tras ser arrastrado por los uniformados.
“El comandante de la policía de Ureña – el capitán Duque- arremetió contra los muchachos que estaban manifestando”, acusó.
En horas de la tarde, en vista de que no se levantó la protesta, un grupo de “ocho personas encapuchadas, más conocidos como los ‘Tupamaros’, que trabajan al lado del oficialismo, en cuatro motos y portando subametralladoras hicieron disparos al aire, advirtiendo a los manifestantes que si no abrían paso les iban a disparar ‘el aire de los pulmones’”, declaró el alcalde de Ureña.
Sobre la forma tan cómoda que deambulan los ‘Tupamaros’ acotó que por su cercanía con las autoridades tienen “salvaconducto para agredir a la oposición, además que hay momentos en que la GNB y la policía se acuartela para facilitar su acción violenta”.
Aseguró que sostuvo conversaciones con los jefes de ambos cuerpos de seguridad, quienes –según afirma- se comprometieron a mantener a sus efectivos acuartelados, mientras las manifestaciones se desarrollen de manera pacífica.
Al ser consultado sobre la posición del gobernador del estado Táchira, Vielma Mora, sobre el pedido de libertad para el dirigente de la oposición Leopoldo López señaló que respetaba su opinión pero que lamentaba la del alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez, quien ataca a los pimpineros, que tienen en el comercio de la gasolina la única fuente de ingresos, y guarda silencio sobre la deportación de nacionales “mostrando su sangre roja chavista”.
“Hay una foto donde él está en el parque Simón Bolívar de Cúcuta con camisa y boina roja posando todo orgulloso al lado del pasado gobernador del Táchira, César Pérez Vivas, donde muestra su inclinación”, dijo.
Acotó que carnavales no habrá en esta oportunidad. “¿Cómo vamos a celebrar la muerte de 16 venezolanos?”, notificó el alcalde ureñense.
Entre tanto, San Cristóbal, la capital del estado Táchira, amaneció en calma, luego de una convulsionada noche de comercios saqueados e instituciones gubernamentales atacadas, acciones emprendidas por un grupo de motorizados no identificados, que circularon por las diferentes calles.
Unos pocos comercios del centro de la ciudad, restaurantes y agencias bancarias abrieron ayer sus puertas, aunque la mayoría del comercio permanece cerrado desde hace dos semanas. Los cajeros automáticos permanecen sin efectivo.
Como en días anteriores, los supermercados, abastos y farmacias laboraron en horario restringido, y a sus puertas se observaban filas de cientos de personas intentando abastecerse.
El alcalde Alejandro ‘Tato’ García contó que desde muy tempranas horas un grupo de manifestantes bloqueó el paso frente al Central Azucarero de Ureña (Cazta) lo que obligó a la intervención de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y al inicio de una ola de violencia que se extendió hasta las primeras horas de la tarde.
El funcionario venezolano señaló que a las 5:00 de la mañana “la acción imprudente de un capitán de la GNB -quien disparó contra los manifestantes- fue el principio del fin de una jornada demoníaca donde un grupo de encapuchados conminó a los comerciantes a cerrar las puertas de sus negocios”.
El alcalde aseguró que tiene en su poder dos casquillos de balas disparados contra su casa en horas de la mañana, por un presunto efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana quien iba en un vehículo particular. “Tengo los casquillos para entregárselos a la PTJ para que hagan las respectivas experticias”, declaró.
El alcalde dijo que los incidentes dejaron un herido por parte de la GNB que trasladó al Centro de Cuidados Intensivos (CDI) donde los médicos cubanos le ofrecieron una atención inmediata y profesional de las magulladuras y raspones que presentaba tras ser arrastrado por los uniformados.
“El comandante de la policía de Ureña – el capitán Duque- arremetió contra los muchachos que estaban manifestando”, acusó.
En horas de la tarde, en vista de que no se levantó la protesta, un grupo de “ocho personas encapuchadas, más conocidos como los ‘Tupamaros’, que trabajan al lado del oficialismo, en cuatro motos y portando subametralladoras hicieron disparos al aire, advirtiendo a los manifestantes que si no abrían paso les iban a disparar ‘el aire de los pulmones’”, declaró el alcalde de Ureña.
Sobre la forma tan cómoda que deambulan los ‘Tupamaros’ acotó que por su cercanía con las autoridades tienen “salvaconducto para agredir a la oposición, además que hay momentos en que la GNB y la policía se acuartela para facilitar su acción violenta”.
Aseguró que sostuvo conversaciones con los jefes de ambos cuerpos de seguridad, quienes –según afirma- se comprometieron a mantener a sus efectivos acuartelados, mientras las manifestaciones se desarrollen de manera pacífica.
Al ser consultado sobre la posición del gobernador del estado Táchira, Vielma Mora, sobre el pedido de libertad para el dirigente de la oposición Leopoldo López señaló que respetaba su opinión pero que lamentaba la del alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez, quien ataca a los pimpineros, que tienen en el comercio de la gasolina la única fuente de ingresos, y guarda silencio sobre la deportación de nacionales “mostrando su sangre roja chavista”.
“Hay una foto donde él está en el parque Simón Bolívar de Cúcuta con camisa y boina roja posando todo orgulloso al lado del pasado gobernador del Táchira, César Pérez Vivas, donde muestra su inclinación”, dijo.
Acotó que carnavales no habrá en esta oportunidad. “¿Cómo vamos a celebrar la muerte de 16 venezolanos?”, notificó el alcalde ureñense.
Entre tanto, San Cristóbal, la capital del estado Táchira, amaneció en calma, luego de una convulsionada noche de comercios saqueados e instituciones gubernamentales atacadas, acciones emprendidas por un grupo de motorizados no identificados, que circularon por las diferentes calles.
Unos pocos comercios del centro de la ciudad, restaurantes y agencias bancarias abrieron ayer sus puertas, aunque la mayoría del comercio permanece cerrado desde hace dos semanas. Los cajeros automáticos permanecen sin efectivo.
Como en días anteriores, los supermercados, abastos y farmacias laboraron en horario restringido, y a sus puertas se observaban filas de cientos de personas intentando abastecerse.
Fuente: La opinion.com.
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