Lucha contra el contrabando, ¿una guerra perdida?

En los últimos días, la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) realizó una serie de operativos en 12 reconocidos supermercados de Cúcuta, en los que se incautó de mercancía de contrabando avaluada en $8’276.741. 

Entre los productos incautados sobresale la salsa de tomate, mayonesa, mantequilla, arroz y azúcar.

Los operativos, liderados por el comandante de la Polfa, coronel Rodolfo Carrero, dejaron un sinsabor entre los uniformados de esa institución, pues, más allá de las incautaciones, con los sitios donde se encontró la mercancía no pasó nada. 

Cuestionado por esa aparente guerra perdida contra el contrabando, donde más allá de las incautaciones, a los establecimientos que comercian con productos traídos del vecino país no les pasa nada, el coronel Carrero se mostró consternado por la falta de apoyo que recibe de las demás autoridades de la ciudad y el departamento.   

“La Polfa, dentro de los operativos que realiza, ha estado visitando establecimientos abiertos al público donde posiblemente se comercializan productos de procedencia extranjera que han ingresado de manera irregular al país. En algunos supermercados reconocidos de la ciudad hemos encontrado que existe una constante de comercializar productos venezolanos, especialmente alimentos y artículos de aseo, sin documentos que acrediten su legal introducción al país”, sostuvo el oficial. 

Sin embargo, agregó el coronel Carrero, a pesar de que han pasado informes de estos operativos a la Cámara de Comercio y las diferentes autoridades competentes para que apliquen las sanciones correspondientes a estos establecimientos, se han encontrado con la triste realidad de que no pasa nada. 

“Todo el mundo se queja porque la ciudad está inundada de contrabando pero ninguna autoridad hace nada al respecto. Los gremios se quejan, los supermercados se quejan, pero lo que hemos encontrado es que ellos mismos se lucran del contrabando”, enfatizó. 

Según el oficial, si a los supermercados que venden contrabando, se les aplicaran las sanciones, se les podrían hacer cierres de hasta por 10 días o cancelárseles la licencia de funcionamiento. 

No obstante, la gran pregunta es: ¿Cuáles son las autoridades encargadas de realizar estos cierres?

“Nos hemos encontrado muchos supermercados infringiendo la ley con mercancía de contrabando que, sin embargo, siguen operando como si nada”, dijo.

Ante esta realidad, el oficial comentó que él y sus hombres están haciendo el papel del bobo, incautando mercancía todos los días en sitios que, sin embargo, siguen operando con absoluta normalidad. 

“Si no hay sanciones ejemplares para estos establecimientos el contrabando del que tanto se quejan las personas y los gremios va a seguir existiendo en la ciudad”, puntualizó. 

Finalmente, el oficial sostuvo que la legislación colombiana estima que para poner a una persona en disposición de las autoridades competentes por el delito de contrabando, la incautación que se realice debe superar los 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes o las 1.000 unidades de valor tributario, es decir, más de $28 millones. 

“Algunos sitios se cuidan de tener mercancía por valores muy inferiores a estos. Así evitan ir más allá de la incautación en un eventual operativo”, remató.

Si nos notifican, procederemos

El secretario de Gobierno municipal, David Castillo, manifestó que hasta el momento él no ha sido notificado de los operativos adelantados por la Polfa ni de los supermercados en los que se ha encontrado mercancía de contrabando.

Sin embargo, Castillo fue claro al afirmar que su despacho no es el competente para adelantar cierres de establecimientos por este concepto.

“Yo no puedo, como secretario de Gobierno, cerrar un negocio por estar vendiendo mercancía de contrabando. Sin embargo, si la Polfa me dice cuáles son esos sitios, yo puedo hacerles seguimiento y ver si cumplen con todos los requisitos de ley para operar, como lo son los permisos de bomberos, licencias de funcionamiento, uso de suelos, salidas de emergencia, zonas de evacuación, entre otros”, agregó.

Castillo sostuvo que, si uno de estos sitios es sorprendido vendiendo licor a menores, su despacho sí podría iniciar un proceso de cerramiento. 

Finalmente, el funcionario comentó que algunos de estos supermercados, como los estancos a los que él les ha iniciado procesos por infringir la ley, cambian constantemente de razón social para seguir operando como si nada y burlar a las autoridades. 

Supermercados responden

En la mayoría de supermercados donde la Polfa hizo incautaciones de mercancía y que fueron visitados por La Opinión, se pudo observar diversos productos venezolanos en los estantes disponibles al público. 

El hecho de ser zona de frontera, los bajos precios de los productos venezolanos y el incremento de las ganancias que por esta misma razón obtienen, son varias de las razones que dieron los propietarios y administradores de los locales para vender mercancía traída del vecino país y exponerse a pérdidas cuando la Polfa llega a hacer incautaciones. 

En el supermercado Merka Éxitos de Los Patios aseguraron que esta práctica, la de vender productos venezolanos, ‘se ha vuelto un fenómeno común como respuesta al desempleo imperante en la región, pues la mayoría de personas viven del rebusque y estos artículos son los que dejan  más dinero’.

También, afirmó el supervisor encargado, ‘es culpa de la policía’ por permitir el ingreso de mercancía sin ningún tipo de revisión en los dos puentes internacionales que conectan a Cúcuta con los municipios de San Antonio y Ureña.

“Esa permisividad es la que conlleva a que la ciudad se inunde con productos venezolanos que son ingresados a la ciudad sin la certificación previa de importación”, comentó. 

Los cajeros del supermercado Renta Max sostuvieron que la Policía Fiscal y Aduanera ‘solo molesta a los negocios que pagan impuestos’, pues afirmaron que a diario ven muchos vendedores ambulantes e informales exponer libremente todo tipo de artículos venezolanos ‘sin que la policía se los quite’. 

Los voceros de los supermercados Merkagusto de la Avenida Cero y Prados, afirmaron que ‘no se puede culpar a nadie por esta práctica pues Cúcuta es una zona de frontera’. 

No obstante, alegaron no tener en sus bodegas grandes cantidades de mercancía traída del vecino país, aunque sí admitieron vender ‘uno que otro producto de Venezuela’, con un costo mucho menor del que manejan esos mismos bienes en Colombia.  

Por su parte, los responsables de otros supermercados ubicados en los barrios Aeropuerto, Chapinero y Claret aseguraron vender estos artículos de contrabando porque es ‘lo que la gente más busca’, además de dejar buenas ganancias.

“Si nosotros nos abstenemos de vender estos productos, sencillamente nos vamos a la quiebra, pues las personas dejarían de venir a nuestros negocios”, agregó uno de los administradores. 

A pesar de las pérdidas que presentan cuando se les decomisan los productos venezolanos, indicaron que continuarán vendiéndolos por ser esa la única manera de asegurar el sustento para sus familias.

Así las cosas, todo parece indicar que a pesar de los esfuerzos de la Polfa por contrarrestar la venta de productos venezolanos ingresados a la ciudad de contrabando, esta práctica está tan arraigada en la cultura popular que ninguna medida parece ser suficiente para acabarla.  

Los voceros de supermercados como Victoria Plaza Plus Libertadores y Merka Éxitos de la sexta, se abstuvieron de hablar acerca de las incautaciones hechas por la Polfa de productos venezolanos dentro de esos establecimientos.