Desde los diferentes sectores de la ciudad llegaron comitivas para manifestar su respaldo al mandatario.
A pesar del malestar que existe en el departamento por cuenta de la crisis en que se encuentra Cúcuta y su área metropolitana, el presidente Juan Manuel Santos pasó la prueba ayer en su primera y última visita como candidato a la reelección.
Desde que comenzó sus actividades de campaña con un almuerzo en el Parque del Agua, hasta que terminó, con una visita al Centro Cristiano Los Pinos, el mandatario recibió el respaldo de un buen número de simpatizantes que se mostró partidario de respaldar el ‘segundo tiempo’ de su gobierno.
Aunque por poco sus hijos, Esteban y Martín -quienes lo acompañaron durante los diferentes compromisos- casi le roban el protagonismo, pues todas las mujeres querían fotografiarse con ellos, Santos se quedó con el aplauso de los asistentes, por cuenta de su discurso en favor de la paz.
Ante ediles, presidentes de juntas de acción comunal, concejales, diputados, congresistas y representantes de la comunidad, que se congregaron para compartir un almuerzo con el presidente-candidato, este aprovechó para cuestionar nuevamente la actitud de quienes, dice, están obsesionados con poner obstáculos a la consecución de la paz.
“Creo, en el fondo, que esa gente que no quiere la paz no es que sea mala, creo es que están hipnotizados por la guerra”, manifestó Santos, tras insistir en que ante los ataques y el nivel de agravio al que han llegado algunos sectores de la oposición, ha preferido guardar mesura y no responderles.
Acogida en las calles
Un río de gente se apoderó de la calle 10, desde la Avenida Cero hasta la cuarta para acompañar al presidente-candidato Juan Manuel Santos.
Después de un encuentro con los medios locales, ante quienes habló sobre los proyectos que están pendientes por cumplir en el departamento y el balance de las obras que se han hecho en los últimos meses, el candidato se trasladó al Centro Comercial a Cielo Abierto, que aunque paradójicamente es uno de los sectores que refleja hoy el difícil panorama del comercio, lo recibió en masa, en señal de respaldo a su nuevo proyecto político.
Al final, por lo menos cuatro calles se convirtieron en un río de gente que terminó ovacionando al mandatario.
Pero si en las calles céntricas Santos recibió el espaldarazo del pueblo, en momentos en que la campaña se encuentra en un punto crítico y difícil, su visita a la comunidad cristiana no pudo ser más efectiva.
El jefe de Estado terminó literalmente aclamado en el templo evangélico, luego de que le otorgara públicamente la nacionalidad colombiana al pastor brasilero Satirio Dos Santos y su esposa Nair, quienes cumplen 39 años de misión en el país.
Tras el anuncio, los pastores allí congregados lo rodearon y elevaron una oración por el éxito de su proyecto y el del proceso de paz que se desarrolla en La Habana.
Y así, tras siete horas ininterrumpidas de campaña, Santos se marchó a Bogotá, para preparar un nuevo recorrido y comenzar la cuenta regresiva del proceso electoral que en 15 días concluirá.


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