Desempleo e informalidad superaron niveles históricos. La ciudad es puerta del éxodo de venezolanos.
Los tres años de crisis migratoria que se ha generado a raíz del cierre de frontera con Venezuela en 2015 y de la salida masiva de ciudadanos del vecino país, tienen sumida a Cúcuta, considerada como la primera puerta de este éxodo, en una crisis económica.
Un informe presentado esta semana por la Cámara de Comercio de Cúcuta demostró, a través de la recopilación de datos y gráficas, que el comportamiento comercial en algunos sectores productivos de la capital de Norte de Santander sigue sufriendo por las elevadas cifras de desempleo e informalidad, que ya superaron sus límites históricos.
De acuerdo con el diagnóstico, en enero de este año se registró una tasa de desocupación del 19,5 por ciento, la más alta desde 2013. La preocupante cifra refleja la situación de vacancia en 77.398 personas en la ciudad fronteriza.
Pero el tema de la informalidad no es menos grave. Entre octubre y diciembre de 2017 se rebasó el margen del 70 por ciento y alcanzó un repunte histórico del 72,4 por ciento, develando que esta modalidad de trabajo se ha convertido en la principal fuente de ingresos para la población migrante.
“Más allá de conjurar este escenario de crisis económica y se adelanten más caracterizaciones, lo que necesita la ciudad son acciones tendientes a generar empleo. Esto se puede lograr a través de los fondos recaudados para la ayuda humanitaria o también con la creación de cupos de mano de obra calificada o no calificada”, explicó Carlos Luna, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cúcuta.
Además de desmenuzar estas mediciones, el balance también describe el ritmo desacelerado del tejido empresarial, que está plasmado en el alto número de cancelaciones de la matrícula comercial o cierres de empresas, realizados en los últimos tres años.
Mientras que en 2015, la entidad no superaba las 3.000 desvinculaciones, entre 2016 y 2018 el promedio de empresas que optaron por cerrar sus locales comerciales se duplicaron, alcanzando las cerca de 6.000 cancelaciones anuales.
Frente a este panorama desalentador, esta agremiación propuso cuatro líneas de acción: caracterización de los migrantes, generación de empleo, fortalecimiento de la seguridad y la infraestructura vial, que podría solventar esta crisis económica.
En el punto de fortalecimiento de plazas de trabajo, el alcalde de Cúcuta, César Rojas, aseguró en un encuentro que sostuvo con el presidente Iván Duque que esa tarea es fundamental para mejorar el horizonte productivo de la ciudad fronteriza.
“En la primera reunión que tuve con el nuevo Presidente, le dije que trabajáramos el tema del desempleo, porque aquí radica toda la crisis. No hemos podido conseguir una alternativa para emplear tantas personas provenientes del vecino país. Esa sería la primera acción que Cúcuta pide a gritos”, puntualizó el funcionario.
Fuente: El Tiempo.com
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