jueves, 16 de diciembre de 2010

Hoy sepultarán al primer niño muerto por pólvora


El miércoles a las 11:30 de la mañana, fui traído al aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta, en un cajón mortuorio, el cadáver del niño José Luis Gómez Cobos, de 13 años, quemado con pólvora y quien se convirtió en la primera víctima de 2010 en el país.

Los restos mortales del niño fueron trasladados vía aérea desde Bogotá, en un vuelo comercial, luego de que permaneciera desde el 8 de diciembre recibiendo atención especializada en el pabellón de quemados del Hospital Simón Bolívar.

Sus padres: José Antonio Gómez y Ruthcibel Cobos, además de otros familiares, esperaron la llegada del féretro en la terminal aérea y posteriormente fue llevado a la que fue su residencia en el barrio Montevideo I (Villa del Rosario), donde era esperado por los amigos y vecinos de la cuadra. Escenas de dolor se vivieron al verlo descargar del carro funerario y  entrar a la sala improvisada para el velatorio. 

José Antonio Gómez dijo que la atención recibida en la capital del país fue buena y que al final, un segundo paro respiratorio terminó  con la vida de su hijo. Falleció el domingo a las 8:00 de la mañana.

Hoy será sepultado en la Jardines San José.

No encontraron la bolsa

El padre del niño aclaró que la bolsa que supuestamente se  encontraron los niños  con pólvora, con la cual, se quemó su hijo y el vecino Pedro Yesid Neaudy Blanco, de 14, quien se encuentra hospitalizado  en Bogotá, la sustrajeron de una vivienda abandonada.

El accidente ocurrió el 6 de diciembre, luego de que manipularan dicha bolsa en la calle 23 con avenida 15 del barrio Montevideo I.

“Supe que un profesor tenía una casita alquilada y deshabitada y había un poco de pólvora guardaba. Ellos fueron y la sacaron de allá. No eran totes sino pólvora negra en polvo”, indicó el progenitor.

Esta información -dijo- que la puso en conocimiento de las autoridades, como medida de prevención, para evitar otra tragedia familiar.

El otro niño

Hermencia Blanco, mamá de Pedro Yesid,  dijo a La Opinión que su hijo aún se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos, en el piso 7 del Hospital Simón Bolívar, bajo pronóstico reservado, por quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo.

“Pedro ha tenido fiebre y por eso ha recibido antibióticos, pero ya habló y comió. Eso nos tiene muy esperanzados en su recuperación. El trato en el Hospital ha sido bueno…”, indicó la madre.

Los menores sufrieron quemaduras de segundo grado en la cara, los brazos y las piernas.

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