Momento en que Jorge Enrique Pérez Ayala es ingresado a la URI de la Fiscalía en Cúcuta. Será procesado por el delito de extorsión y de pornografía con menores de 18 años.
La abuela de una niña, de 12 años, en Pereira, quedó confundida y al borde de un ataque de nervios al sorprenderla desnuda y modelando frente a la cámara del computador.
Lo que no se sabía y se descubrió era que la extraña actitud de su nieta no era propia, sino influenciada por un ser “invisible” inmerso en las redes sociales de Internet, que a través del computador la contactó y deslumbró como un ‘encantador de serpientes’, llevándola sin temores a dejar caer su ropa al piso.
Lo más grave aún, fue encontrar que obtenidas las imágenes de la menor desnuda, el hombre le estaba haciendo exigencias económicas o pidiéndole tarjetas prepago de llamadas para no revelar públicamente las fotos y videos en Internet. La situación pasó entonces del encantamiento al infierno.
La misión de la abuela se convirtió en encontrarlo y hacerlo “real”. Su única arma fue una foto que quedó grabada de la última conversación con su nieta, en la que el hombre estaba sin camisa.
Desde Cúcuta
La mujer acudió al Grupo Unificado Contra la Libertad Personal (Gaula), quien inició una exhaustiva investigación para dar con el paradero del “encantador” de niñas.
Poco a poco, técnicos en sistemas lograron rastrearlo y llegar hasta su guarida, que resultó ser su propia habitación en una vivienda de Cúcuta.
Para sorpresa de ellos, esta niña, de 12 años, no era la única víctima. En sus cuentas de Internet se contaban más de 600 contactos, al parecer, todos con jovencitas.
Su nombre quedó entonces en evidencia: Jorge Enrique Pérez Ayala, de 19 años, un joven que se dedicaba a grabar menores entre 10 y 14 años en varias ciudades del país y en cuyo poder fueron encontrados 10 videos de víctimas.
De inmediato, los uniformados montaron un plan en la capital nortesantandereana para capturarlo, siendo interceptado en el barrio La Playa, zona céntrica de la ciudad. Luego de que le leyeron sus derechos, fue esposado, subido a una patrulla y llevado a las instalaciones de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, donde ya era esperado por su madre, quien no sabía de las andanzas de su hijo, y un abogado.
Los uniformados del Gaula le encontraron un computador portátil, dos celulares, un ipod y tres dispositivos de memoria.
Según indicó la Policía, sólo tres víctimas han denunciado a este sujeto. Será judicializado por el delito de extorsión y de pornografía con menores de 18 años.
Diez casos similares se han presentado en lo corrido del año en Colombia, que involucran a menores de edad.
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