En la rueda de prensa los estudiantes leyeron el pliego de peticiones del cual esperan respuesta de las directivas.
La rueda de prensa que ofrecieron líderes estudiantiles de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS) a los periodistas de la ciudad dejó dos cosas claras: el sentir universitario en cuanto a su pliego de peticiones en contra a la reforma de la Ley 30 y la continuación de la toma del Campus, que ya completa 8 días.
Allí, en medio de las instalaciones, atiborradas de pupitres en las puertas principales, representantes de la protesta anunciaron que el levantamiento del bloqueo y la reanudación de clases está en manos del Consejo Superior Académico. Osnayder Álvarez, vocero de los manifestantes, señaló que el levantamiento del paro está sujeto a las respuestas que las directivas de la UFPS ofrezcan a las peticiones.
No obstante aprovecharon para mostrar las condiciones en las que se encuentra la institución luego de la toma pacífica. La intención surgió luego de comentarios de una porción de la comunidad educativa y algunas redes sociales, que aseguraban un presunto desgreño de sus instalaciones.
Luego de un recorrido por los terrenos, se observó que ninguna pared está pintada, que las zonas verdes se siguen regando y que están cocinando en lugares improvisados en los que aseveran, no se está afectando el pasto.
“Acá hacemos turnos para la permanencia dentro de la Universidad; por lo general hay un promedio de 60 personas acá, mientras unos descansan en la noche, otros hacen guardia. La gente duerme dentro de los salones, todo está organizado y queremos dejar en claro que no vamos a protagonizar ninguna clases de disturbios ni indisciplina dentro del Campus”, explicó Osnayder Álvarez.
Sin embargo, no descartó la posibilidad de que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) haga presencia para una evacuación. “Como su nombre lo dice, el escuadrón móvil es para disturbios, y acá no se han registrado ni se presentarán porque nuestro objetivo es tener una postura de paz”, recalcó el estudiante.
Aún así añadió que de llegar a presentarse una situación con las autoridades, la mesa estudiantil adoptará una posición pacífica que consistirá en pedir a los uniformados un tiempo prudente para abandonar la Universidad y evitar que los estudiantes entren en pánico.
“Sabemos que la mejor forma no es cerrar la Universidad pero tampoco hacer clase porque no me imagino en que hoy debo ir a un colegio a dar charlas referentes a lo que es el modelo de educación colombiana y pensar a la vez que luego tendré un previo o un trabajo”, señaló el universitario en la rueda de prensa.
Los estudiantes de la Universidad Francisco de Paula Santander presentarán una propuesta para tener un mes en el que conformarán una agenda de trabajo institucional que no interfieran con el calendario académico.
Allí, en medio de las instalaciones, atiborradas de pupitres en las puertas principales, representantes de la protesta anunciaron que el levantamiento del bloqueo y la reanudación de clases está en manos del Consejo Superior Académico. Osnayder Álvarez, vocero de los manifestantes, señaló que el levantamiento del paro está sujeto a las respuestas que las directivas de la UFPS ofrezcan a las peticiones.
No obstante aprovecharon para mostrar las condiciones en las que se encuentra la institución luego de la toma pacífica. La intención surgió luego de comentarios de una porción de la comunidad educativa y algunas redes sociales, que aseguraban un presunto desgreño de sus instalaciones.
Luego de un recorrido por los terrenos, se observó que ninguna pared está pintada, que las zonas verdes se siguen regando y que están cocinando en lugares improvisados en los que aseveran, no se está afectando el pasto.
“Acá hacemos turnos para la permanencia dentro de la Universidad; por lo general hay un promedio de 60 personas acá, mientras unos descansan en la noche, otros hacen guardia. La gente duerme dentro de los salones, todo está organizado y queremos dejar en claro que no vamos a protagonizar ninguna clases de disturbios ni indisciplina dentro del Campus”, explicó Osnayder Álvarez.
Sin embargo, no descartó la posibilidad de que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) haga presencia para una evacuación. “Como su nombre lo dice, el escuadrón móvil es para disturbios, y acá no se han registrado ni se presentarán porque nuestro objetivo es tener una postura de paz”, recalcó el estudiante.
Aún así añadió que de llegar a presentarse una situación con las autoridades, la mesa estudiantil adoptará una posición pacífica que consistirá en pedir a los uniformados un tiempo prudente para abandonar la Universidad y evitar que los estudiantes entren en pánico.
“Sabemos que la mejor forma no es cerrar la Universidad pero tampoco hacer clase porque no me imagino en que hoy debo ir a un colegio a dar charlas referentes a lo que es el modelo de educación colombiana y pensar a la vez que luego tendré un previo o un trabajo”, señaló el universitario en la rueda de prensa.
Los estudiantes de la Universidad Francisco de Paula Santander presentarán una propuesta para tener un mes en el que conformarán una agenda de trabajo institucional que no interfieran con el calendario académico.
La mesa estudiantil
Algunos de los puntos que los estudiantes solicitan sean estudiados son el respeto en el derecho a la protesta para garantizar integridad a los estudiantes, evitar el ingreso del Esmad, garantías de carácter económico, logísticas y académicas para que haya presencia de la UFPS en espacios a nivel nacional, replantear el calendario académico, entre otros.
Consejo Académico se pronuncia
Por su parte las directivas anunciaron en un comunicado que “solo se puede atender de manera efectiva el pliego de si el Campus Universitario está abierto y se permite el libre acceso de los diferentes miembros de la comunidad universitaria. Para el éxito de este proceso es muy importante contar con opinión y consenso de todos los miembros de la institución: estudiantes, docentes catedráticos, docentes de planta, funcionarios administrativos”.
Otro de los puntos expuesto por las directivas referencian “el Consejo Académico reitera la alta preocupación por el impacto nocivo del cierre de la universidad, ya que los procesos administrativos no se han desarrollado, con el consecuente riesgo de la seguridad social de los trabajadores de la universidad, el bienestar laboral, la seguridad y gobernabilidad institucional”.
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