La propuesta del alcalde de Villa del Rosario, Carlos Julio Socha, comprende la conformación de grupos de vigilantes privados para custodiar, entre otras, a los comerciantes del municipio.
Aunque no son aguinaldos, el alcalde de Villa del Rosario, Carlos Julio Socha, y el gobernador de Norte de Santander, Édgar Jesús Díaz Contreras, están enfrascados en un sí y un no en relación a una propuesta para la conformación de grupos de vigilancia privada para cuidar el municipio.
Mientras el alcalde Socha, que es el proponente, le dice sí a conformar grupos de seis vigilantes para cada barrio de Villa del Rosario, quien mostró una tajante negativa fue el mandatario seccional, al señalar que esa no es la solución para el problema de violencia e inseguridad que vive el municipio fronterizo desde principios de año.
La iniciativa del gobernante rosariense consiste en hacer una convocatoria para formar 49 núcleos de vigilancia privada que custodien en motocicletas todos los sectores bajo la contratación de una empresa, avalada por la administración municipal.
Entre los requisitos que deben cumplir los convocados resalta que deben ser menores de 35 años, que no tengan antecedentes penales, ni problemas con la comunidad, que demuestren haber vivido en el mismo barrio que piensen custodiar mínimo ocho años, que no tengan demandas por alimentos y que sean considerados por los vecinos honestos y personas de bien.
En esa pauta se basó el alcalde para afirmar que en este momento es necesario incrementar el pie de fuerza en el municipio histórico tras la ola de robos y asesinatos, que en lo que va corrido del año ha cobrado la vida de 34 personas, lo que para él demuestra que un cuadrante de la Policía no es suficiente para cubrir los 49 barrios que conforman el municipio fronterizo.
“Se les hará entrevistas y seguimientos a las hojas de vida, se van a colocar uniformes, tendrán radio que estará conectado a los cuadrantes del municipio, pero no tendrán armas de fuego”, resaltó.
Estas, según la propuesta, serán reemplazadas por armas que disparen dardos adormecedores, se dotarán de gases paralizantes y de pistolas de electrochoque. La idea, según dijo Socha a La Opinión, surgió de los propios comerciantes y la comunidad víctima de robos quienes le dijeron al alcalde que el pago por tal servicio sería por cuadras, y cada propietario de vivienda aportaría entre $6.000 y $10.000, mensualmente.
“Un cuadrante de Policía se conforma de una moto y dos uniformados que deben vigilar siete barrios, y hay que tener en cuenta los robos de apartamentos, de celulares y de cadenas. Ellos no pueden cubrir todo el perímetro”, precisó.
‘No son unas Convivir’
Carlos Julio Socha afirmó que su idea no tiene nada que ver con la creación de grupos emergentes que cumplan el papel de las autoridades.
“Acá no vamos a crear ni las Convivir ni grupos al margen de la ley. Vamos a crear grupos que sean honestos. No sería un grupo emergente, simplemente un vigilante que use armas paralizadoras. Esto va a dar resultados en tres meses y la idea es que empiece a funcionar el primero de julio”, precisó.
Entre 1994 y 1997 en Colombia operaron las denominadas Cooperativas de Vigilancia y Seguridad Privada (Convivir), que recibieron fuertes críticas desde varios flancos, llegando a ser señaladas como la semilla de los temibles grupos paramilitares.
Precisamente, las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), en Juan Frío, corregimiento de Villa del Rosario, montaron un cuartel de operaciones, donde tuvieron hasta hornos crematorios para desaparecer a sus víctimas. Desde 1999 hasta 2004 ese grupo estuvo bajo el mando de Armando Rafael Mejía Guerra alias Hernán.
Sin embargo, Socha recalcó “yo no voy a colocar gente armada con metralletas, ni fusiles, ni revólveres. Además, eso está en el marco de la Constitución porque si yo quiero colocar un vigilante en mi cuadra y yo lo pago, quien me dice que no lo puedo poner, si es por mi seguridad”.
Aunque está en proyectos y hace parte de una propuesta presentada al gobernador, Socha expresó que ya está convocando a los miembros de lo que denominó la seguridad privada de Villa del Rosario.
En este momento, la localidad que hace parte del área metropolitana de Cúcuta y fronteriza con Venezuela, es centro de disputa entre las bandas criminales. En un bando están los Urabeños, Autodefensas de Norte de Santander y Grupo Fronteras y en el otro se encuentran Los Rastrojos, en una lucha a sangre y fuego por el poder territorial y de las rutas del narcotráfico y el contrabando.
Rechazo del gobernador
El gobernador de Norte de Santander, Édgar Jesús Díaz Contreras, confirmó la recepción de la propuesta del alcalde de Villa del Rosario, pero de tajo señaló que no la aceptará.
“Con el alcalde se hizo un consejo de seguridad porque sabemos que este es un corredor del narcotráfico y de las bandas criminales. Y si la necesidad es incrementar el pie de fuerza, lo vamos a solicitar al Gobierno nacional”.
Y añadió el gobernante departamental: “pero a esa propuesta no le voy a caminar. No se va a aceptar la creación de una seguridad privada y desde ya lo digo públicamente: no acepto ninguna solicitud como la que hizo el alcalde”.
No obstante, reconoció que el problema de violencia de Villa del Rosario es grave, pese a las capturas que se han hecho recientemente y a la incautación en Juan Frío de fusiles, armas con silenciador, escopetas y pistolas camufladas en un vehículo Mercedes Benz, a mediados de mayo.
“Esto se tiene que tratar es por las vías institucionales y de la fuerza pública del Estado con las que vamos a controlar el orden público”, puntualizó Díaz Contreras.
Mientras el alcalde Socha, que es el proponente, le dice sí a conformar grupos de seis vigilantes para cada barrio de Villa del Rosario, quien mostró una tajante negativa fue el mandatario seccional, al señalar que esa no es la solución para el problema de violencia e inseguridad que vive el municipio fronterizo desde principios de año.
La iniciativa del gobernante rosariense consiste en hacer una convocatoria para formar 49 núcleos de vigilancia privada que custodien en motocicletas todos los sectores bajo la contratación de una empresa, avalada por la administración municipal.
Entre los requisitos que deben cumplir los convocados resalta que deben ser menores de 35 años, que no tengan antecedentes penales, ni problemas con la comunidad, que demuestren haber vivido en el mismo barrio que piensen custodiar mínimo ocho años, que no tengan demandas por alimentos y que sean considerados por los vecinos honestos y personas de bien.
En esa pauta se basó el alcalde para afirmar que en este momento es necesario incrementar el pie de fuerza en el municipio histórico tras la ola de robos y asesinatos, que en lo que va corrido del año ha cobrado la vida de 34 personas, lo que para él demuestra que un cuadrante de la Policía no es suficiente para cubrir los 49 barrios que conforman el municipio fronterizo.
“Se les hará entrevistas y seguimientos a las hojas de vida, se van a colocar uniformes, tendrán radio que estará conectado a los cuadrantes del municipio, pero no tendrán armas de fuego”, resaltó.
Estas, según la propuesta, serán reemplazadas por armas que disparen dardos adormecedores, se dotarán de gases paralizantes y de pistolas de electrochoque. La idea, según dijo Socha a La Opinión, surgió de los propios comerciantes y la comunidad víctima de robos quienes le dijeron al alcalde que el pago por tal servicio sería por cuadras, y cada propietario de vivienda aportaría entre $6.000 y $10.000, mensualmente.
“Un cuadrante de Policía se conforma de una moto y dos uniformados que deben vigilar siete barrios, y hay que tener en cuenta los robos de apartamentos, de celulares y de cadenas. Ellos no pueden cubrir todo el perímetro”, precisó.
‘No son unas Convivir’
Carlos Julio Socha afirmó que su idea no tiene nada que ver con la creación de grupos emergentes que cumplan el papel de las autoridades.
“Acá no vamos a crear ni las Convivir ni grupos al margen de la ley. Vamos a crear grupos que sean honestos. No sería un grupo emergente, simplemente un vigilante que use armas paralizadoras. Esto va a dar resultados en tres meses y la idea es que empiece a funcionar el primero de julio”, precisó.
Entre 1994 y 1997 en Colombia operaron las denominadas Cooperativas de Vigilancia y Seguridad Privada (Convivir), que recibieron fuertes críticas desde varios flancos, llegando a ser señaladas como la semilla de los temibles grupos paramilitares.
Precisamente, las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), en Juan Frío, corregimiento de Villa del Rosario, montaron un cuartel de operaciones, donde tuvieron hasta hornos crematorios para desaparecer a sus víctimas. Desde 1999 hasta 2004 ese grupo estuvo bajo el mando de Armando Rafael Mejía Guerra alias Hernán.
Sin embargo, Socha recalcó “yo no voy a colocar gente armada con metralletas, ni fusiles, ni revólveres. Además, eso está en el marco de la Constitución porque si yo quiero colocar un vigilante en mi cuadra y yo lo pago, quien me dice que no lo puedo poner, si es por mi seguridad”.
Aunque está en proyectos y hace parte de una propuesta presentada al gobernador, Socha expresó que ya está convocando a los miembros de lo que denominó la seguridad privada de Villa del Rosario.
En este momento, la localidad que hace parte del área metropolitana de Cúcuta y fronteriza con Venezuela, es centro de disputa entre las bandas criminales. En un bando están los Urabeños, Autodefensas de Norte de Santander y Grupo Fronteras y en el otro se encuentran Los Rastrojos, en una lucha a sangre y fuego por el poder territorial y de las rutas del narcotráfico y el contrabando.
Rechazo del gobernador
El gobernador de Norte de Santander, Édgar Jesús Díaz Contreras, confirmó la recepción de la propuesta del alcalde de Villa del Rosario, pero de tajo señaló que no la aceptará.
“Con el alcalde se hizo un consejo de seguridad porque sabemos que este es un corredor del narcotráfico y de las bandas criminales. Y si la necesidad es incrementar el pie de fuerza, lo vamos a solicitar al Gobierno nacional”.
Y añadió el gobernante departamental: “pero a esa propuesta no le voy a caminar. No se va a aceptar la creación de una seguridad privada y desde ya lo digo públicamente: no acepto ninguna solicitud como la que hizo el alcalde”.
No obstante, reconoció que el problema de violencia de Villa del Rosario es grave, pese a las capturas que se han hecho recientemente y a la incautación en Juan Frío de fusiles, armas con silenciador, escopetas y pistolas camufladas en un vehículo Mercedes Benz, a mediados de mayo.
“Esto se tiene que tratar es por las vías institucionales y de la fuerza pública del Estado con las que vamos a controlar el orden público”, puntualizó Díaz Contreras.
3 comentarios:
eso, que nuestro alcalde es cristiano, que tal que no....
hemos elegido un demonio como mandatario que no confía en nuestro cuerpo policíaco..
Lo que siempre me preocupó de que existiera tanto coico idiota en Villa del Rosario, es que al ser muchos pudieran llegar a elegir alcalde.
NO MAS COICOS
Con las declaraciones del comandante de policia Pico Malaver, al señor Socha creo que le queda bien claro que no puede ir en contra de la constitucion y la ley.
En Colombia el aparato cohercitivo del Estado ya esta creado....que no se ponga a soñar con pajaritos preñados....
Y sí DIOS segun él, de dio facultades divinas de iluminado, que las utilice para adivinar que lo que quiere hacer es una verdadera alcaldada, que va a perjudicar a los Rosarienses.
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