Cuatro semanas antes de las elecciones en Venezuela, Hugo Chávez es el favorito. Su rival, Henrique Capriles, lucha para ganar terreno.
Falta un mes exacto para las elecciones presidenciales en Venezuela, para la continuidad de la Revolución Bolivariana o para la llegada de un nuevo movimiento político encabezado por la Mesa de Unidad Democrática (MUD). En este punto, el optimismo acompaña al presidente Hugo Chávez, quien hasta hoy no alberga dudas de que será quien siga dirigiendo al país desde el Palacio de Miraflores, mientras Henrique Capriles, su contendor, continúa su campaña sin dar tregua para la batalla en las urnas.
El presidente Chávez anticipa desde ya un combate sencillo. En una reciente rueda de prensa les sugirió a sus rivales: “Vayan buscando una camilla, señores de la esquina azul, porque al candidato burgués lo sacarán en camilla del ring, no durará ni un round”. El nocaut que Chávez divisa en el futuro próximo no es infundado: a hoy, el grueso de las encuestas preelectorales le entregan una ventaja que ronda el 15% de la intención de voto. De hecho, el último sondeo, realizado por la encuestadora Hinterlaces, sostiene que si las elecciones fueran el próximo domingo, 32% del apoyo de Capriles poco tendría que hacer contra el 50% para Chávez. El presidente de la firma, Óscar Schemel, señaló que el 57% de las personas incluidas en el sondeo considera que su situación económica es mejor que en el pasado, mientras que en la clase media el mandatario aglutina un 55% del apoyo; esto dando por descontada la fortaleza de Chávez entre los sectores populares.
Hasta hoy, sólo una encuesta le ha dado una favorabilidad superior a Henrique Capriles. Fue la firma Consultores 21, que hace dos semanas publicó resultados en los que el candidato de la oposición aventajaba al jefe de Estado en dos o tres puntos porcentuales. De otra parte, consultoras de opinión como GIS XXI e Ivad han mostrado una ventaja de alrededor del 15% a favor de Chávez. Lo mismo ha ocurrido con la firma Datanálisis en encuestas anteriores, aunque ahora esté preparando una nueva que será publicada a finales de mes. Su director, Luis Vicente León, prefiere no hablar sobre el tema electoral entre tanto no se conozca su última consulta.
Desde estos puntos de vista, el sol parece estar del lado del chavismo, con un candidato-presidente que expresa sus ideas desde los medios oficiales, sin considerables desplazamientos y con una base electoral robusta que ha consolidado en casi 14 de años de gobierno. Sin embargo, las aspiraciones de Capriles van mucho más allá de tirar la toalla en el primer asalto. Está dispuesto a dar la pelea, con una esperanza a favor: las encuestas le son adversas, pero en varias de ellas su nombre ha conseguido un crecimiento lento y progresivo que ha dejado atrás etapas en las que la diferencia se acercaba al 20%.
En una declaración ofrecida a la agencia AFP, el politólogo Farith Fraija observó que “la diferencia ha disminuido a favor de Capriles, pero eso es normal porque los sectores intermedios no alineados han empezado a tomar partido” a medida que se acerca el 7 de octubre. Esa luz alumbra en este momento a la campaña opositora. Para las elecciones restan cuatro semanas, pero los sondeos también revelan que 30% de los votantes aún no saben con certeza a qué candidato apoyar. Los análisis dicen que los llamados “ni-ni” podrían equilibrar la balanza o inclinarla definitivamente hacia el chavismo.
Con este considerable porcentaje por seducir, Henrique Capriles tiene muy poco tiempo libre en su agenda. Su estrategia fue clara desde el principio: en su campaña priorizaría el contacto con la gente, recorrería el país e intentaría convencer al pueblo de que sus propuestas son la mejor opción para Venezuela, algo similar a lo que hizo Hugo Chávez a finales de los 90. No hay tiempo que perder, las próximas paradas de la oposición y su candidato serán en las regiones de Zulia y Carabobo, la semana entrante.
Dentro de los planes de Hugo Chávez no está perder y su optimismo es muestra de que todas sus fichas están puestas en la victoria. Para él, de las elecciones en Venezuela “depende en buena manera el futuro de la humanidad”: “Es una batalla entre la bestia capitalista y el proyecto humano, el proyecto socialista, la esperanza de la especie humana”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario