Sobre la millonaria y escandalosa francachela hecha con recursos del hospital de Villa del Rosario, la Contraloría General del Departamento inició una investigación preliminar. Ojalá esa indagación se haga en forma rápida y rigurosa, pues no puede aceptarse que los dineros de la salud se destinen a tragos y pasapalos.
En Bogotá rodaron cabezas y avanzan procesos penales y disciplinarios luego de haberse denunciado y establecido los millonarios sobrecostos y los exóticos alimentos importados para un hospital donde a duras penas a los enfermos se les da changua.
Los quesos, licores y manjares importados, adquiridos a precios estrambóticos, eran para los directivos del hospital, quienes hoy tienen que responder ante las autoridades correspondientes por sus abusos y desafueros.
La francachela del hospital de Villa del Rosario amerita la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud, de la Procuraduría General de la Nación, de la Fiscalía y de las autoridades seccionales de salud pública.
No se puede aceptar el peregrino argumento de que la costosa fiesta del empleado se hizo porque en años pasados también se había hecho y con la autorización del Concejo. Hemos sabido que este año fueron varias las fiestas del empleado que se hicieron en Villa del Rosario, y también con igual derroche y desconsideración.
Fuente: La Opinion.com
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