Con acompañamiento de la Cruz Roja Internacional, Olinto Nieves, representante de un movimiento de víctimas, salió del municipio fronterizo de Villa del Rosario por el riesgo que corría su vida tras intimidaciones de grupos armados ilegales.
En esta zona del país hay 70 personas amenazadas, entre sindicalistas y líderes sociales, quienes claman urgente atención del Estado.
El líder quien manejaba la defensa de los derechos de la población desplazada víctima del conflicto armado que se registra en Norte de Santander, fue interceptado por varios hombres que irrumpieron en su vivienda, advirtiéndole que abandonara el municipio en un plazo de 24 horas o de lo contrario asumiría los riesgos por la labor que venía desarrollando.
Según Enrique Pertuz, coordinador de Derechos Humanos de la Central Unitaria de Trabajadores en Norte de Santander, en el departamento no hay garantías para la preservación de la vida de estas personas y de la labor en la defensa de Derechos Humanos que adelanta parte de esta población.
“El compañero Olinto tocó puertas en Cúcuta, tocó la puerta de la Defensoría, del gobierno departamental, y tocó la puerta de otras instituciones y en ninguna encontró respuestas para que se le ofrecerían garantías para su protección. Con apoyo de la cruz Roja Internacional abandonó el departamento”, dijo Pertuz.
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