Las colas disminuyeron drásticamente durante el cierre de frontera en las estaciones de servicio de San Cristóbal y las localidades de Ureña, San Antonio y Rubio.
Si algo quedó en claro del intempestivo cierre de la frontera de Táchira y Norte de Santander, fue el volumen del paso de la gasolina de contrabando hacia Colombia.
Las dos únicas estaciones que en San Cristóbal despachan sin tag o chip, donde se abastecen los llamados ‘gasolineros’, que habitualmente se ven congestionadas, estuvieron durante las 90 horas del cierre fronterizo, sin carros o con muy pocos usuarios en demanda del servicio.
Debido a las elecciones del 16 de diciembre, los pasos fronterizos entre Táchira y Norte de Santander fueron cerrados desde el 13 de diciembre, a las 6:00 de la tarde, y reabiertos al medio día del 17 de diciembre. Entre el viernes y lunes pasado, las dos estaciones de servicio permanecieron casi sin clientes.
Ese comportamiento, llamó la atención de las autoridades que controlan la fuga de combustible hacia Colombia, que anunciaron revisar las medidas hasta ahora aplicadas, con el propósito de minimizar el contrabando.
Negocio lucrativo
Expertos han dicho que el contrabando de gasolina es uno de los negocios más lucrativos en la frontera colombo venezolana, del que dependen los conductores que traen el combustible hasta Norte de Santander y los pimpineros, que comercializan el producto en las calles del área metropolitana de Cúcuta.
Llenar el depósito de un carro en Venezuela, de 40 litros, cuesta 3,0 bolívares fuertes, el equivalente a $300, mientras que esa cantidad en Colombia puede alcanzar los $70.000.
Las utilidades permiten buenos dividendos para el que vende, compra, revende y el usuario final y hasta “podría quedar para repartir por el camino”, dijeron personas consultadas.
Las dos únicas estaciones que en San Cristóbal despachan sin tag o chip, donde se abastecen los llamados ‘gasolineros’, que habitualmente se ven congestionadas, estuvieron durante las 90 horas del cierre fronterizo, sin carros o con muy pocos usuarios en demanda del servicio.
Debido a las elecciones del 16 de diciembre, los pasos fronterizos entre Táchira y Norte de Santander fueron cerrados desde el 13 de diciembre, a las 6:00 de la tarde, y reabiertos al medio día del 17 de diciembre. Entre el viernes y lunes pasado, las dos estaciones de servicio permanecieron casi sin clientes.
Ese comportamiento, llamó la atención de las autoridades que controlan la fuga de combustible hacia Colombia, que anunciaron revisar las medidas hasta ahora aplicadas, con el propósito de minimizar el contrabando.
Negocio lucrativo
Expertos han dicho que el contrabando de gasolina es uno de los negocios más lucrativos en la frontera colombo venezolana, del que dependen los conductores que traen el combustible hasta Norte de Santander y los pimpineros, que comercializan el producto en las calles del área metropolitana de Cúcuta.
Llenar el depósito de un carro en Venezuela, de 40 litros, cuesta 3,0 bolívares fuertes, el equivalente a $300, mientras que esa cantidad en Colombia puede alcanzar los $70.000.
Las utilidades permiten buenos dividendos para el que vende, compra, revende y el usuario final y hasta “podría quedar para repartir por el camino”, dijeron personas consultadas.

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