La poca demanda de bolívares en la zona de frontera presionó ayer su precio a la baja a $96 para la compra y a $100 para la venta. Los profesionales del cambio afirmaron que esta depreciación obedece más a un tema coyuntural del mercado que a factores externos o macroeconómicos.
Explicaron que los altos inventarios en las casas de cambio los obliga a vender más barato el bolívar para moverlos y recuperar sus inversiones. “La gente no está comprando, hay muchos bolívares y necesitamos venderlos”.
El presidente de la Asociación de Profesionales del Cambio en Norte de Santander (Asocambios), Carlos Luna Romero, señaló que esta situación no responde a un asunto de fondo sino a un asunto de oferta y demanda que se da por esta época del año.
“La baja no está relacionada a cambios macroeconómicos importantes, originados en Venezuela, sino a una tendencia natural del mercado. Hay poca demanda y mucho bolívar”, dijo el representante de los profesionales del cambio.
Sobre la posibilidad de que el bolívar fuerte continúe depreciándose ante el peso colombiano y llegue a un piso más profundo, al perder el 100 por ciento de su valor, Luna Romero dijo que se está lejos de ese nivel porque Venezuela aún mantiene el actual control de cambio y no se ve cercana una devaluación.
Sin embargo, algunos cambistas consultados manifestaron que la tendencia bajista que se ha mantenido desde el año pasado se prolongará, pues la llegada de venezolanos con la intención de radicarse en esta zona del país seguirá inundando el mercado con más bolívares.
Expresaron que a pesar de que el diferencial cambiario ofrece una ventaja a los consumidores cucuteños, pues los productos les resultan más baratos hasta un 40 por ciento en San Antonio y Ureña, la compra de bolívares por parte de estos en las casas de cambio no es tan significativa.
En lo corrido de 2012, la divisa extranjera perdió casi la mitad de su valor al pasar de $207 en enero a $100 en diciembre. Esta baja fue propiciada por la dificultad de conseguir dólares a 4,30 bolívares en el mercado oficial, haciendo que el precio del dólar negro se dispare.
A principio del año pasado, la moneda estadounidense se cotizaba en el mercado paralelo a 9,35 bolívares, tasa que se mantuvo vigente hasta agosto cuando cerró en 14,8 bolívares. Hoy el dólar paralelo se acerca a los 18 bolívares.
La firma Ecoanalítica de Venezuela estima para corregir por completo la sobrevaluación, “el Gobierno tendría que colocar al tipo de cambio oficial, de 4,30 a 9,22 bolívares por dólar, un aumento en el precio de la moneda de 114 por ciento”.
Según cálculos del Observatorio Económico de la Cámara de Comercio de Cúcuta, con una devaluación del 20 por ciento, el precio del bolívar en la zona de frontera llegaría a los $80 para la compra.
Carlos Gamboa Sus, coordinador del Observatorio, afirma que si el precio sigue bajando y llega a cero, el bolívar dejaría de existir en la frontera y el dólar se adoptaría para las operaciones comerciales.
Explicaron que los altos inventarios en las casas de cambio los obliga a vender más barato el bolívar para moverlos y recuperar sus inversiones. “La gente no está comprando, hay muchos bolívares y necesitamos venderlos”.
El presidente de la Asociación de Profesionales del Cambio en Norte de Santander (Asocambios), Carlos Luna Romero, señaló que esta situación no responde a un asunto de fondo sino a un asunto de oferta y demanda que se da por esta época del año.
“La baja no está relacionada a cambios macroeconómicos importantes, originados en Venezuela, sino a una tendencia natural del mercado. Hay poca demanda y mucho bolívar”, dijo el representante de los profesionales del cambio.
Sobre la posibilidad de que el bolívar fuerte continúe depreciándose ante el peso colombiano y llegue a un piso más profundo, al perder el 100 por ciento de su valor, Luna Romero dijo que se está lejos de ese nivel porque Venezuela aún mantiene el actual control de cambio y no se ve cercana una devaluación.
Sin embargo, algunos cambistas consultados manifestaron que la tendencia bajista que se ha mantenido desde el año pasado se prolongará, pues la llegada de venezolanos con la intención de radicarse en esta zona del país seguirá inundando el mercado con más bolívares.
Expresaron que a pesar de que el diferencial cambiario ofrece una ventaja a los consumidores cucuteños, pues los productos les resultan más baratos hasta un 40 por ciento en San Antonio y Ureña, la compra de bolívares por parte de estos en las casas de cambio no es tan significativa.
En lo corrido de 2012, la divisa extranjera perdió casi la mitad de su valor al pasar de $207 en enero a $100 en diciembre. Esta baja fue propiciada por la dificultad de conseguir dólares a 4,30 bolívares en el mercado oficial, haciendo que el precio del dólar negro se dispare.
A principio del año pasado, la moneda estadounidense se cotizaba en el mercado paralelo a 9,35 bolívares, tasa que se mantuvo vigente hasta agosto cuando cerró en 14,8 bolívares. Hoy el dólar paralelo se acerca a los 18 bolívares.
La firma Ecoanalítica de Venezuela estima para corregir por completo la sobrevaluación, “el Gobierno tendría que colocar al tipo de cambio oficial, de 4,30 a 9,22 bolívares por dólar, un aumento en el precio de la moneda de 114 por ciento”.
Según cálculos del Observatorio Económico de la Cámara de Comercio de Cúcuta, con una devaluación del 20 por ciento, el precio del bolívar en la zona de frontera llegaría a los $80 para la compra.
Carlos Gamboa Sus, coordinador del Observatorio, afirma que si el precio sigue bajando y llega a cero, el bolívar dejaría de existir en la frontera y el dólar se adoptaría para las operaciones comerciales.
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