Hasta a caballo el ministro de Vivienda, Germán Vargas, ha llegado a varios
lugares para ejecutar obras.
Minvivienda se asoma como el 'armador' de la estrategia santista para
presidenciales y legislativas.
Pocas veces se habían visto en la política colombiana unas circunstancias
como las que hoy rodean a Germán Vargas: ante el desafío electoral que
el gobierno del presidente Juan Manuel Santos tiene para el 2014, Vargas encarna
a la perfección la figura del joker o comodín en el juego de los
naipes. Es decir, la carta que puede ser cualquier carta. El bueno para
todo.
Así están las cosas. Después de que Santos dijo varias veces en público que
tiene que sentarse con Vargas Lleras a definir si sigue entregando casas gratis
o se va a buscar votos, los observadores políticos se sintieron con libertad
para hablar de todos los caminos que le quedan al ministro “estrella”.
Y no son especulaciones. Ante la inminencia del vencimiento de plazos
para las inhabilidades (comienzan a regir en marzo), Santos está obligado a
armar desde ya su estrategia electoral, que implica muchas decisiones:
su reelección; sus aliados en el próximo Congreso, que le garanticen
gobernabilidad si va por el segundo mandato; su jefe de debate en ese caso, y
quién pueda mostrar obras concretas sobre lo que ha hecho hasta ahora. Y al
parecer todas esas cosas pasan por el meridiano de Vargas.
Aunque Santos ya comenzó a hablar con tono de candidato-Presidente y sus
acciones hablan por sí solas de ello, hay quienes piensan que Vargas debe
quedarse como reserva por si algo extraordinario llegara a ocurrir.
“Lo veo quedándose hasta finales de mayo en el Gobierno, y no inhabilitándose
para la Presidencia”, dijo el columnista Mauricio Vargas.
También podría ser la fórmula vicepresidencial. Eso lo mantendría visible y
no lo inhabilitaría para hacerse elegir presidente en el 2018. Así piensa Carlos
Lemoine, uno de los más reconocidos estudiosos de opinión pública.
Ante el anuncio de que el expresidente Álvaro Uribe concentrará su mayor
esfuerzo en una lista de candidatos al Senado, que él encabezaría, algunos
sectores del santismo dieron esta semana a Vargas Lleras como el único que
podría hacer contrapeso al exmandatario.
Lo que sí se sabe es que volver al Capitolio no es lo que más le
agradaría al ministro Vargas Lleras. Pero también se sabe que si
examinada la estrategia tuviera que hacerlo, lo aceptaría.
“No creo que Germán Vargas vaya a encabezar una lista para Senado. Lo veo
entregando casas gratis todo el año”, opinó el senador liberal Juan Fernando
Cristo.
En cambio, Alfonso Prada, jefe del Partido Verde, expresó que lo ve como
“jefe de debate de la reelección del presidente Santos”, muy pronto.
La importancia de Germán Vargas como pieza estratégica del santismo
para enfrentar los retos en las urnas el próximo año tiene fundamento en muchas
de sus fortalezas: es el ministro con mayor reconocimiento y
favorabilidad en todas las encuestas, el que más obras tiene para mostrar, el de
más cancha en el Congreso y el que más sabe conseguir votos.
“Es la figura de más peso político dentro de los funcionarios del Gobierno”,
dijo Jorge Londoño, presidente de Gallup, uno de los principales medidores de
opinión.
La importancia de Vargas en el ajedrez de Santos y de su gobierno puede
resumirse en la siguiente frase del mandatario: “Su suerte es nuestra
suerte”.
‘Su futuro, mi
futuro’
“Vamos a tener que sentarnos, doctor Vargas, a discutir nuestro futuro, su
futuro.
Si vamos por los votos, si vamos a seguir restaurando ministerios o si vamos
a seguir construyendo casas. Esa es una decisión que vamos a tener que tomar
juntos en el futuro cercano”, le dijo el presidente Santos la semana pasada.
Santos ganaría
reelección
Si las elecciones presidenciales fueran mañana, el presidente Juan Manuel
Santos sería el vencedor con cualquiera de los contendores que hasta ahora se
insinúan como sus contradictores. Según una encuesta de Datexco para La W, les
ganaría a los aspirantes uribistas y a la candidata del Polo.
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