Los jugadores de la selección de Colombia celebran el título con el técnico
‘Piscis’ Restrepo.
Después del título de la Copa América en 2001, el de ayer es el más
importante en la historia del fútbol colombiano. La selección sub-20 ganó el
XXVI Suramericano en Mendoza, Argentina, el primero fuera de casa tras los
conseguidos en el Eje Cafetero, en 1987 y 2005.
Nueve partidos jugados, con seis victorias y tres derrotas, 16 goles a favor
y ocho en contra, es el balance de un equipo al que tal vez le faltó fútbol
exquisito, pero le sobró jerarquía y entrega.
Porque a lo largo del torneo Colombia fue irregular. Tuvo momentos de
brillantez, pero también de apremio, especialmente en los dos duelos contra
Chile.
El equipo que dirige Carlos Piscis Restrepo no enamora, pero saca los
resultados. Anoche, por ejemplo, con orden, sacrificio y seguridad defensiva,
venció en la final 2-1 a Paraguay, de la mano del pequeño volante de armado Juan
Fernando Quintero, que juega en el Pescara de Italia y que fue uno de los
mejores jugadores del torneo.
Pero, cuántas veces jugamos como nunca y perdimos como siempre. Esta vez a
Colombia no le faltaron los cinco centavos para el peso. Incluso, como no había
ocurrido antes, logró su clasificación al Mundial de Turquía a tres fechas del
final.
Por todo eso resultaría injusto criticar a ese grupo de muchachos que disputó
nueve encuentros en apenas 24 días, una exigencia extrema incluso para jugadores
de 18 y 19 años.
Más bien hay que destacar, además de Quintero, al arquero Cristian Bonilla,
figura en algunos partidos; al volante Sebastián Pérez, el líder en el
mediocampo, y a los delanteros Jhon Córdoba y Miguel Borja, quienes fueron la
base del equipo.
“Estamos muy felices, somos campeones suramericanos, hicimos historia. Este
es un grupo muy unido, muy solidario, que luchó paso a paso por el título y lo
ganó merecidamente”, dijo Quintero con la voz entrecortada.
El estratega nacional, por su parte, señaló también emocionado que “es un
título importante por muchas razones. Se lo dedico a Dios, a mi familia, a todo
el pueblo colombiano, a este grupo maravilloso de jugadores, a los entrenadores
que me ayudaron en mi carrera. Sufrimos mucho, pero estas son las luchas
bonitas. Los muchachos sacaron la casta, con criterio y tratamos de guardar el
estilo. Yo siempre les dije que todos iban a ser importantes y que los íbamos a
necesitar en algún momento. Todos respondieron con empuje y berraquera”.
Hay mucho por mejorar
El triunfo de la sub-20 en territorio argentino no tiene discusión, pero
quedó claro que el equipo necesita reforzarse y trabajar mucho si quiere ser
protagonista en el Mundial de Turquía, al que también clasificaron Paraguay,
Uruguay y Chile.
Después de un par de semanas de descanso, la selección regresará a labores
con el objetivo de consolidar una idea táctica que está aparentemente clara,
pues el técnico Restrepo utilizó siempre cuatro defensores, dos volantes de
marca, dos creativos y dos delanteros, uno de ellos retrasado para sorprender
por un costado.
Lo que sí varió fue su estrategia, la forma de cambiar ese módulo en los
diferentes momentos del partido, que es algo que sus muchachos irán mecanizando
en los cuatro meses que vienen.
Durante el torneo, Colombia fue ordenada y sólida en defensa, y además de que
no permitió tantas opciones claras de sus rivales, su arquero titular, Cristian
Bonilla, fue fundamental. En ataque no generó demasiado, pero fue contundente y
oportuno.
No sobra seguir mirando jugadores en los microciclos y buscar algunas
alternativas, así quienes jugaron el Suramericano se hayan ganado un tiquete a
Turquía, donde Colombia jugará su octava Copa Mundial Sub-20 de la Fifa, pues
estuvo en Unión Soviética 1985, Chile 1987, Arabia 1989, Australia 1993,
Emiratos Árabes 2003, Holanda 2005 y Colombia 2011.
Una gran final
Anoche Colombia necesitaba ganar, pues tenía nueve puntos, uno menos que
Paraguay, que con el empate era campeón. Y sufrió hasta los 24 minutos, cuando
una acción individual de Quintero desequilibró el marcador. Un remate desde el
borde del área del antioqueño se desvió en un defensa y descolocó al arquero
Morel.
En el complemento llegó el gol de la tranquilidad. Tras un tiro de esquina
ejecutado por Quintero, Felipe Aguilar la bajó de cabeza y Jherson Vergara
recogió el rebote y lo mandó al fondo de la red.
Cerca del final los guaraníes descontaron por intermedio de Juan Villamayor,
para ponerles un poco de drama y emoción a los últimos minutos. Pero Colombia
aguantó la presión y manejó el resultado hasta el pitazo del árbitro Patricio
Lousteau.

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