El papa Benedicto XVI anunció este lunes que renunciará el 28 de
febrero, durante un discurso pronunciado en latín
durante un consistorio del Vaticano, tal como informó el portavoz de la
Santa Sede.
"El Papa anunció que renunciará a su ministerio el 28 de febrero.
Comenzará así un período de 'sede vacante'", precisó el padre Federico
Lombardi, en un anuncio prácticamente sin precedentes en la iglesia
Católica.
Al parecer el sumo pontífice dimitirá por condiciones de
salud, manifestando que ya no tiene “fuerzas para ejercer adecuadamente
el ministerio petrino”.
“Sobre la precariedad de la salud lo que se conocía era que había
debilitamiento físico, no conocemos la causa exacta. El papa accedió al cargo
teniendo cirugías que afectaban órganos vitales pero había mostrado mucha
vitalidad y una gran lucidez”, señaló monseñor Monsalve a Blu
Radio.
“Esta noticia nos sorprende tremendamente a todos en la iglesia
católica, aunque se tenía conocimiento de la posición que el santo
padre tenía de la renuncia de un sumo pontífice, y esta era favorable (…)
Interpreto esta decisión como un acto de virtud, fortaleza y abnegación”, añadió
Monsalve.
Este sería el segundo papa que en la historia ha dejado el pontificado,
marcando así la historia de la iglesia católica.
Este fue el discurso pronunciado por Benedicto XVI:
"Queridísimos hermanos
Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de
canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia
para la vida de la Iglesia.
Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado
a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer
adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio,
por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y
palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.
Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido
por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de
San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del
cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí
de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio
que me fue encomendado.
Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena
libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San
Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005,
de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de
Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de
quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo
Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el
trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido
perdón por todos mis defectos.
Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor
Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna
bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a
mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa
Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”.

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