Desde hace varios días se produjo la llegada a Cúcuta de personal de apoyo del Escuadrón Antidisturbios de la Policía, con miras a evitar el posible ingreso a la ciudad de la protesta de campesinos de Tibú.
Las alarmas sobre la posible llegada al casco urbano de Cúcuta de campesinos que protestan en Tibú, obligó a la administración municipal a adoptar de nuevo un plan de seguridad especial que impida la alteración del orden público en la capital nortesantandereana.
En este sentido, desde las 6 de la mañana del viernes 28 de junio y hasta las 6 de la mañana del martes 2 de julio las motos no podrán llevar parrillero hombre o mujer en toda el área urbana de la ciudad.
En ese mismo lapso de tiempo se prohíben las manifestaciones públicas, marchas, desfiles, caravanas; no se podrán hacer trasteos o transportar materiales de construcción o escombros; y se prohíbe el parqueo de vehículos a la redonda del edificio de la Gobernación, la Alcaldía, el aeropuerto, las iglesias, los colegios y los parques.
Las medidas las adoptó la Alcaldía, en el decreto 0400 del 26 de junio de 2013, como medida preventiva ante eventuales desplazamientos de campesinos de Tibú hacia Cúcuta.
Son las mismas que se habían adoptado para el domingo pasado, pero solo que estas rigen es entre el próximo viernes a las 6 a.m. y el martes a las 6 a.m.
“Hay serias sospechas de que viene en camino una avanzada de líderes del Catatumbo, y tras de ellos, por las trochas, se desplaza el resto de campesinos rumbo a Cúcuta, pero no les vamos a permitir su ingreso a la ciudad”, dijo el secretario de Gobierno del municipio, David Castillo.
Controles en licoreras y estancos
La administración municipal anunció ayer nuevas medidas para contrarrestar el impacto y la violación a los usos del suelo que viene dándose por parte de los negocios de venta de licor en Cúcuta.
En este sentido, el secretario de Gobierno del municipio, David Castillo, decretó la prohibición de instalación de sillas mesas o mobiliarios con comidas o similares en zonas comunes y/o en espacios públicos aledaños a las zonas residenciales.
Esta medida cobija a negocios de venta de bebidas alcohólicas, entre otros, bares, tabernas y estancos.
“Hay orden para que la Policía proceda con el retiro y aprehensión inmediata de estos elementos que invadan el espacio público”, advirtió Castillo a los propietarios de los negocios.
Para esto mismo también está facultada la fuerza pública con los clientes que estén consumiendo trago en las afueras de los negocios antes citados, a los cuales se les conminará a retirarse del lugar.
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