Los niveles de escasez que en la actualidad experimenta el pueblo venezolano, en especial en los estados fronterizos, abarcan casi todos los artículos de primera necesidad y de la canasta familiar.
En el estado Táchira, por ejemplo, muchas familias tienen que hacer largas colas para conseguir desde una harina pan, hasta un cilindro con gas o un litro de aceite.
Sin embargo, en los municipios fronterizos hasta el combustible ha llegado a escasear pues, desde el primero de agosto, el sistema automatizado que se utiliza para el abastecimiento de combustible en las estaciones de la frontera disminuyó el cupo permitido para los automóviles particulares, de 42 a 32 litros.
Muchos usuarios han tenido que regresarse sin llenar el tanque de sus vehículos, perdiendo hasta tres horas de fila, simplemente porque “no hay más gasolina, según les dicen, a pesar, de tener el chip, o TAG, y hacer la cola en la bomba el día que corresponde.
En las bombas de servicio de San Antonio y Ureña, en la frontera colombo-venezolana, los administradores de las estaciones y los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, que vigilan que el combustible no se lo lleven los contrabandistas, se abstienen de dar información respecto a la disminución en el cupo para los carros particulares porque, según afirman, les tienen “prohibido hablar sobre el tema”.
No obstante, quienes aguardan en sus vehículos por horas esperando surtir como mínimo los 32 litros que actualmente autorizan, no ocultan su molestia por la nueva determinación que tomó el gobierno venezolano para las estaciones del estado Táchira.
“A veces esperamos casi tres horas para llegar al surtidor y que el sistema nos diga que ya no tenemos cupo. Vamos de mal en peor. Ya hasta la gasolina escasea”, manifestó Evelyn Cote, quien esperaba ayer en una estación de San Antonio, en una fila que se extendía por tres cuadras.
Anteriormente los automóviles particulares venezolanos con chip tenían derecho a abastecer 42 litros de gasolina tres días a la semana. Las camionetas podían surtir 60 litros.
Actualmente los carros pueden abastecer 32 litros y las camionetas 50. Teniendo en cuenta que alguno de los tres días de la semana que le corresponde echar combustible el sistema automatizado le va a informar que ya cumplió con su tope mensual. Esta situación se presenta, en su mayoría, la última semana del mes.
Extraoficialmente algunos trabajadores de las bombas de la frontera manifestaron que desde este mes, el ministerio de Petróleo y Minería disminuyó la cantidad de combustible que envía semanalmente a las estaciones del estado Táchira.
Así, explicaron, si a la semana las bombas funcionaban seis días el Gobierno nacional enviaba una gandola diaria para cada una de las estaciones del estado. Cada gandola con una capacidad aproximada de 36.000 litros que se vendían en el día.
Ahora, semanalmente hay un día que no llega la gandola con la gasolina, lo que obliga a que muchas estaciones queden desabastecidas los últimos días del mes.
Algunos conductores de servicio público también se han quejado de la disminución en el despacho de combustible para el estado Táchira. Pues varios aseguraron que aunque mínimo, al transporte público también le redujeron la cantidad de gasolina que podían abastecer todos los días.
En el estado Táchira hay cerca de 120 estaciones de abastecimiento de combustible por lo que, con la disminución semanal, estarían dejando de entrar a la frontera venezolana casi 4 millones y medio de litros de gasolina.

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