A causa de la protesta se mantuvo cerrada la vía principal que comunica a los estados Táchira y Mérida, específicamente el tramo que une a los municipios tachirenses de García de Hevia con Panamericano, donde por más de seis horas largas filas de vehículos.
abitantes de los municipios de la zona norte del Táchira exigen la presencia de los efectivos militares que anunciaron las autoridades regionales que incrementarían. Mientras esto ocurre los delincuentes siguen cometiendo delitos en estos sitios.
Con cauchos encendidos, los habitantes expresaron ayer su descontento y su preocupación por los graves problemas de inseguridad que viven, donde grupos de delincuentes se han organizado para robar motos, carros, enseres, dinero en efectivo, productos alimenticios, y han violado a unas seis mujeres, dentro de sus residencias.
La banda delincuencial mantiene azotados principalmente a los habitantes de Santa María del Carira, un asentamiento rural de aproximadamente 3 mil 500 habitantes.
“Sólo el pasado fin de semana se metieron en una finca y prácticamente hicieron una fiesta con todo lo que encontraron en la cocina, se emborracharon y comieron, mientras el dueño de la casa permanecía maniatado y golpeado”, aseguró uno de los manifestantes, quien afirma que ya ni se molestan en llamar a las autoridades porque aparecen horas después de que ocurren los hechos.
También la familia Misath ha sufrido por la acción de estos delincuentes, "a nosotros nos robaron en la finca donde estamos trabajando. Llegaron cuatro personas a las 8:20 de la noche y se fueron tres horas después. Nos acostaron boca abajo, nos robaron todo lo que teníamos, casi 60 mil bolívares, a mí me dieron un golpe por la cabeza, luego nos amarraron, violaron a dos mujeres”.
Con cauchos encendidos, los habitantes expresaron ayer su descontento y su preocupación por los graves problemas de inseguridad que viven, donde grupos de delincuentes se han organizado para robar motos, carros, enseres, dinero en efectivo, productos alimenticios, y han violado a unas seis mujeres, dentro de sus residencias.
La banda delincuencial mantiene azotados principalmente a los habitantes de Santa María del Carira, un asentamiento rural de aproximadamente 3 mil 500 habitantes.
“Sólo el pasado fin de semana se metieron en una finca y prácticamente hicieron una fiesta con todo lo que encontraron en la cocina, se emborracharon y comieron, mientras el dueño de la casa permanecía maniatado y golpeado”, aseguró uno de los manifestantes, quien afirma que ya ni se molestan en llamar a las autoridades porque aparecen horas después de que ocurren los hechos.
También la familia Misath ha sufrido por la acción de estos delincuentes, "a nosotros nos robaron en la finca donde estamos trabajando. Llegaron cuatro personas a las 8:20 de la noche y se fueron tres horas después. Nos acostaron boca abajo, nos robaron todo lo que teníamos, casi 60 mil bolívares, a mí me dieron un golpe por la cabeza, luego nos amarraron, violaron a dos mujeres”.
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