La presencia de “arrastradores” de puntos Cadivi en el centro de Cúcuta aumentó considerablemente en las últimas semanas, quienes ganan el 5 por ciento de monto cambiado por los visitantes venezolanos.
Contrario a lo que se pensaba, a los venezolanos se les volvió a despertar el interés de venir a cambiar a Cúcuta el cupo que por ley les otorga el gobierno de ese país para gastar en viajes al exterior.
Los dueños de los almacenes que ofrecen el cambio de estos cupos en dólares, en Cúcuta, señalaron que no esperaban que en este diciembre se reactivaran estas solicitudes, debido a que en Colombia solo tienen 700 dólares para gastar en compras y otros 400 por transacciones en internet (un máximo 1.100 dólares), mientras en otros países el cupo llega hasta 2.500 dólares.
Los venezolanos consultados por La Opinión señalaron que la principal razón por la que están visitando la ciudad ha sido la regularización de precios en distintos productos comercializados en Venezuela -entre estos los electrodomésticos-.
“Para nosotros nos resulta más cerca y barato venir de Caracas a Cúcuta a cambiar estos cupos, que ir a otros países como Perú a solo hacer compras”, señaló una turista venezolana. Aunque se ha incrementado notablemente la visita de estos turistas, ellos aseguran que no gastan mucho dinero en artículos colombianos, puesto que en últimas quieren aprovechar las rebajas de precios para comprar los regalos de Navidad en Venezuela.
Es así como lo únicos que se muestran beneficiados con esta dinámica momentánea del turismo venezolano son los propietarios de los datáfonos que cambian los cupos de Cadivi.
Así es el negocio
Cada transacción ficticia hecha en Cúcuta deja ganancias entre $90.000 y $200.000. Quien presta el datáfono para estas compras recibe los dólares, los convierte en pesos y es en ese momento donde el valor en bolívares se vuelve casi siete vez mayor al invertido por los venezolanos.
Así las cosas, un venezolano invierte 4.410 bolívares fuertes para disponer de 700 dólares. Al pasarlos de dólares a pesos y luego a bolívares, estos -descontando el costo de la compra- se convierten en cerca de 34.000 bolívares. En este negocio también ganan los “arrastradores” quienes ganan hasta 5% del monto cambiado.
En la actualidad, esta práctica dejó de ser lucrativa por la disminución del cupo hacia Colombia. Hasta 2008, los venezolanos podían gastar hasta 8.000 dólares anuales en Colombia, luego pasó a 2.900 dólares y ahora el monto máximo son 1.100 dólares.
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