Marta L. Ramírez fue elegida candidata. Por falta de garantías, santistas abandonaron la convención.
El Partido Conservador quedó este domingo irremediablemente dividido para la contienda presidencial que se avecina, luego de que el sector que defiende el apoyo a la reelección del presidente Juan Manuel Santos se retiró de la convención nacional, realizada en el Centro de Convenciones de Bogotá, por falta de garantías.
El punto crítico que rompió a los conservadores fue el abucheo de cientos de delegados que impidieron con gritos y pitos que Roberto Gerlein, cabeza de lista del conservatismo al Senado y quien iba a defender la carta de Santos, se dirigiera al auditorio.
El veterano dirigente fue obligado por la rechifla a retirarse del recinto y detrás de él se fueron cerca de otros 14 senadores y más de mil convencionistas.
“No acataremos la decisión que tome la convención”, dijo airado el senador barranquillero, Efraín Cepeda, al abandonar el lugar.
“No hay garantías para continuar aquí”, aseguró el senador antioqueño Gabriel Zapata Correa visiblemente enojado, mientras decía con voz grave a sus delegados: “¡Vámonos de aquí!”.
El presidente del partido, Ómar Yepes Alzate, tuvo que declarar un receso en las deliberaciones para tratar de recobrar la calma.
Mientras tanto, Gerlein y sus aliados se refugiaron en un restaurante al lado de un hotel cercano, en el centro de la ciudad, desde donde comenzaron a planear la impugnación de los resultados de la convención.Es decir, la candidatura de Marta Lucía Ramírez.
El asunto será puesto en consideración de las autoridades electorales, las cuáles podrían, inclusive, declarar nula la votación que eligió a la candidata presidencial.
La cita conservadora estuvo a punto de ser suspendida, según amenazó Yepes, porque los defensores de elegir “candidato propio” no paraban de boicotear cualquier asomo de defensa de Santos. En últimas, este sector no pudo intervenir.
Al retiro del santismo, que ya extendía un manto gris sobre la convención, se sumó otro hecho preocupante: el dudoso manejo de la votación, que también será puesto en consideración de las autoridades electorales.
Al reanudarse la sesión, pasadas las cuatro de la tarde de este domingo, se procedió a votar entre dos alternativas: candidato propio o de coalición.Pero el resultado electrónico puso en aprietos a los conservadores porque no había quórum suficiente: 677 votaron por elegir candidato propio y 132 por buscar una alianza. El resultado era un hecho más en el caos que se había apoderado de la reunión.
Las autoridades de la convención argumentaron que el sistema de votación había fallado. El exministro Fernando Araújo, del Tribunal de Garantías, suplicaba a los delegados que no se pararan de sus sillas porque eso afectaba el sistema electrónico en el momento de votar. Inclusive se llegó a pensar en voto con papeleta. En medio de la confusión se supo que miembros de los comités de acreditación y de garantías no estaban presentes, en solidaridad con los santistas.
Al repetir la votación, sorpresivamente aumentó el número de delegados:1.190 votaron porque se eligiera un candidato propio y 119 por candidato de coalición.
Antes de dar a conocer este resultado, uno de los miembros del Tribunal de Garantías dejó constancia de que ese cuerpo no había resuelto la consulta hecha sobre el mejor camino para seguir para garantizar una votación transparente.
Un poco después de las cinco de la tarde, el tablero electrónico sentenció el resultado: Marta L. Ramírez, candidata presidencial con 1.047 votos; Pablo Victoria, 138 votos y Álvaro Leyva, 84 votos.
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