“Autoridades deben frenar delitos en la frontera colombo venezolana”

Miguel Reyes, diputado del Consejo Legislativo y secretario general de Acción Democrática. 

Un llamado al gobernador del Táchira, y a las autoridades del Core 1, hizo el diputado regional y secretario general de Acción Democrática, Miguel Reyes, para que revisen la crítica situación en la que se encuentra la frontera colombo venezolana y el eje Ureña – San Antonio, debido a los delitos de contrabando, la baja de producción de las empresas, el cierre de industrias y otras problemáticas, que asegura ocurren bajo la mirada indiferente del gobierno.

Aseguró Miguel Reyes, que de ser “zonas de alta producción, e integración, pasaron a ser tierras entregadas al delito, en razón de las miradas complacientes del gobierno, frente al contrabando de extracción, vale decir el contrabando de gasolina y de los alimentos, el estímulo a la corrupción institucional, tanto civil como militar, el narcotráfico y la total impunidad reinante en todos los órdenes de la vida cotidiana fronteriza”.

Precisó el secretario general de AD que: “nadie puede explicar, capitán Vielma Mora y general jefe del Core 1, que en 39 Km entre San Cristóbal, San Antonio y Ureña donde existen 7 puestos de control, pasen gandolas y camiones de contrabando de extracción de gasolina y alimentos de todo tipo y nadie ve ni sabe nada. Esto lo afirmamos porque lo hemos visto con nuestros propios ojos, yo los invito, vayan a los negocios en Villa del Rosario o a La Parada en Cúcuta, y allí encontraran todos los productos venezolanos exhibidos en los negocios a granel, se lo venden al detal o al por mayor si así lo requieren, están todos los productos que escasean en el Estado Táchira”.

Ante tales afirmaciones, Miguel Reyes cuestinó: “¿es que acaso ustedes y sus eficientes funcionarios civiles y militares de la frontera no saben quienes son las mafias que controlan el contrabando de gasolina y alimentos?, ¿es que acaso no conocen la hora que pasan la gasolina y los alimentos los contrabandistas bajo el amparo y con el visto bueno de todos? Quiero decirles gobernador y jefe del Core 1, dense una trasnochadita por la zona fronteriza y sus alcabalas en el cumplimiento de su deber, para que constaten cuántas gandolas y camiones pasan de contrabando todos los días, entre las 11 de la noche y las 4 de la mañana”.

Recordó Miguel Reyes que: “cuando Chávez llegó a Miraflores en 1998 teníamos plena producción en la frontera, con más de 6.000 empresas a plena capacidad de funcionamiento y operaciones en las áreas del plástico, calzado, textil, el cuero, la madera y la que venía con un impulso extraordinario en el área metal-mecánica, específicamente en el rubro de las ensambladoras, ensamblaje de autobuses, estando a la altura de las grandes ensambladoras de América Latina, se llegó inclusive a desarrollar y construir en este eje fronterizo vagones para el metro de Caracas, con participación de mano de obra proveniente de Cúcuta”.

En tal sentido el parlamentario aseguró que: “de las más de 20 mil empresas que funcionaron, con mano de obra calificada y no-calificada, podemos afirmar hoy que lamentablemente están trabajando apenas el 15%, y de ese 15% que esta laborando el 50% está a punto de bajar la santamaría porque no soporta más la situación. Esto significa una profunda crisis de desempleo, se perdieron más de 35.000 puestos de trabajo solo en estos sectores y todo esto como producto de las nefastas políticas económicas del gobierno nacional que han puesto trabas y amenazas sobre la actividad privada industrial y comercial, incluso para la movilidad necesaria de la propia mano de obra calificada y no calificada. Las alcabalas no son para la seguridad y el resguardo fronterizo sino para la corrupción, la matraca y el contrabando”.

Así mismo Reyes denunció que: “la frontera se ha convertido como producto de estas organizaciones mafiosas, en una de las fronteras más inseguras de América Latina, donde la vida no vale nada, la transculturización y la colombianización de la violencia ha hecho aparecer el sicariato, donde le han segado la vida a muchas mujeres y hombres, trabajadores honestos del eje fronterizo. Campea la impunidad, la frontera está bajo la ley de estos mafiosos, amparados por unos gobiernos regionales y nacionales empeñados en un proceso de desbaratamiento institucional del país, lo que las ha convertido en unas instituciones debilitadas e inútiles, pero llenas de corrupción, situación que favorece la presencia de estos grupos irregulares”.