martes, 14 de septiembre de 2010

El libro de Edgar Artunduaga


En su libro Honorables Parlamentarios, Edgar Artunduaga le hace el perfil a todos los senadores. Están, desde luego, los de Norte de Santander también. De Juan Fernando Cristo, dice: “Como está visto, su vida política está llena de éxitos. Quizá su único lunar descomunal, que no es todo suyo, es el pobre resultado de la pasada elección presidencial, en la que Cristo ejerció como jefe de debate y asesor del candidato por el Partido Liberal”.
Sobre el senador Carlos Barriga, Artunduaga escribe: “Carlos Emiro Barriga es el último de los conservadores elegidos y el primero que pase del Congreso a la cárcel si se confirman las denuncias sobre vínculos suyos y sus hermanos con los paramilitares de Norte de Santander”.

En el mismo libro sobre los senadores el autor dice del conservador Iván Clavijo: “Este señor tan decente y estoico, capaz de vestirse con camisa de manga larga y corbata todos los días en los cuarenta grados a la sombra de Cúcuta, llega  al Senado por sus méritos y por la ayuda del gobernador William Villamizar Laguado, “pupilo” del controvertido y tenebroso Ramiro Suárez Corzo”.

En el perfil que le hace al senador Juan Manuel Corzo, Artunduaga dice de él: “Corzo Román es un convencido de que la vida es un camino lleno de piedras y hasta de minas quiebrapatas. Pero también ha confirmado que despacio se llega lejos. (…) No todos, sin embargo, son triunfos. Hay en su alma una herida que no puede borrar: su hermana Sylvia perdió su credencial de diputada de Norte de Santander por haberle colaborado económicamente en la campaña senatorial. Absurdo, cuando otros financian a sus amigos con dineros del Estado”.

Del senador Manuel Guillermo Mora, el autor de Honorables Parlamentarios anota: “Es hombre de buenos modales, elude las confrontaciones, adornado en el lenguaje y cálido compañero de pupitre. “Lejos está uno de pensar que les robe las tierras a los campesinos de su departamento o que haya sido socio de las autodefensas. Aunque en esto de la política, las maneras amables no siempre reflejan lo que se esconde en el corazón”.

¿Qué se dice del senador Efraín Torrado? “Las comidas y las bebidas son el negocio privado del senador Torrado. En lo público, las buenas y delicadas maneras, la conciliación, sin agotar nunca la paciencia, la gestión constante, el servicio: una telaraña sutil que atrapa amigos y votos” (...)Torrado no grita, por lo menos ante desconocidos. Y si zapatea en privado, no es hombre violento. (…) Hábilmente controla dos escaleras. Por la primera suben los puestos, los contratos, sus empresas. Y por lo otra asciende él politicamente, con decenas de personajes a quienes ayuda a posicionar y a posesionar”.

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