Los concejales de Villa del Rosario ofrecieron este jueves una rueda de prensa en la que sentaron su posición sobre el hecho que hoy tiene tras las rejas al presidente de esa corporación, Luis Elí Angarita.
Los 14 compañeros del presidente del Concejo de Villa del Rosario, Luis Elí Angarita, quien el fin de semana se vio envuelto en un escándalo público que hoy lo tiene tras las rejas por portar ilegalmente un arma, expresaron este jueves una posición ambigua frente a su comportamiento.
Mientras por un lado manifestaron solidaridad con el munícipe en su condición de ser humano, argumentando que lo ocurrido el lunes en la noche “es una desgracia que le puede suceder a cualquiera”, por otra parte aseguraron que como corporación no pueden estar en contra de la ley.
Esto, al hacer referencia a la norma que castiga y prohíbe el porte ilegal de armas, elevándolo a delito, y que fue violada por el concejal del Partido de la U, con el agravante de que se encontraba bajo los efectos del alcohol y agredió físicamente a un ciudadano.
Víctor Julio Galvis Niño, concejal del municipio histórico y vocero de la corporación, manifestó que ante el grado de vulnerabilidad en que desempeñan sus funciones, y la inseguridad que golpea a Villa del Rosario, los corporados sienten temor por sus vidas.
Sin embargo, insistió en que esto no justifica que cada concejal deba portar un arma para salvaguardar su integridad, puesto que por encima de todo son servidores públicos y como tal deben dar ejemplo a la comunidad.
Galvis, en representación de sus demás compañeros, reprochó también el hecho de que el presidente de la corporación se hubiera valido de su credencial para intentar esquivar el control de la autoridad.
“La credencial de concejal no nos hace más importantes que nadie y tampoco se debe convertir en una herramienta para vulnerar las normas”, aseguró.
Aún así, el munícipe fue claro en que si Angarita se equivocó será Dios y la justicia quienes se encarguen de responderlo.
Mientras por un lado manifestaron solidaridad con el munícipe en su condición de ser humano, argumentando que lo ocurrido el lunes en la noche “es una desgracia que le puede suceder a cualquiera”, por otra parte aseguraron que como corporación no pueden estar en contra de la ley.
Esto, al hacer referencia a la norma que castiga y prohíbe el porte ilegal de armas, elevándolo a delito, y que fue violada por el concejal del Partido de la U, con el agravante de que se encontraba bajo los efectos del alcohol y agredió físicamente a un ciudadano.
Víctor Julio Galvis Niño, concejal del municipio histórico y vocero de la corporación, manifestó que ante el grado de vulnerabilidad en que desempeñan sus funciones, y la inseguridad que golpea a Villa del Rosario, los corporados sienten temor por sus vidas.
Sin embargo, insistió en que esto no justifica que cada concejal deba portar un arma para salvaguardar su integridad, puesto que por encima de todo son servidores públicos y como tal deben dar ejemplo a la comunidad.
Galvis, en representación de sus demás compañeros, reprochó también el hecho de que el presidente de la corporación se hubiera valido de su credencial para intentar esquivar el control de la autoridad.
“La credencial de concejal no nos hace más importantes que nadie y tampoco se debe convertir en una herramienta para vulnerar las normas”, aseguró.
Aún así, el munícipe fue claro en que si Angarita se equivocó será Dios y la justicia quienes se encarguen de responderlo.
No se ha definido remplazo
De otra parte, el vocero del concejo de Villa del Rosario manifestó que frente a la vacancia que se ha generado ante la medida de aseguramiento contra Luis Elí Angarita, la corporación está a la espera de un concepto jurídico en el que se indique cuál es el procedimiento a seguir.
Según el artículo 134 de la Constitución Política, modificado por el Acto Legislativo 01 del 2009, los únicos casos en que los integrantes de corporaciones públicas de elección popular podrán ser sustituidos son por: muerte, incapacidad física absoluta para el ejercicio del cargo, declaración de nulidad de la elección, renuncia justificada, y aceptada por la respectiva corporación, sanción disciplinaria consistente en destitución, pérdida de investidura, condena penal o medida de aseguramiento por delitos distintos a los relacionados con pertenencia, promoción o financiación de o por grupos armados ilegales y narcotraficantes.
Por ahora, la corporación municipal continúa trabajando con los 14 concejales restantes, quienes están concentrados en el estudio y aprobación del Plan Municipal de Desarrollo. Entre tanto, la presidencia de la mesa directiva está a cargo de su vicepresidente.
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