Los prisioneros que realizan las extorsiones casi siempre están pagando penas
muy altas
Según las autoridades, se busca trasladar a
los responsables a las cárceles de máxima seguridad.
Una llamada para actualizar datos de su empresa en la
Dian terminó convirtiéndose en una pesadilla para Carlos Pérez*, gerente de una
empresa local.
Luego de convencer a la recepcionista y al
administrador, el supuesto funcionario oficial se identificó como un comandante
de 'los Urabeños' que buscaba "colaboración para la seguridad de la
zona".
Argumentando que habían hecho seguimiento a la
empresa y conocían su capacidad económica, el delincuente exigió 12 millones de
pesos para financiar la compra de medicamentos para algunos de sus subalternos,
que estaban hospitalizados.
"O paga o lo secuestramos", le dijeron. Lo que Carlos
no sabía era que su interlocutor no pertenecía a ninguna banda y que estaba
llamando desde la cárcel de Ibagué.
Sin saberlo, Carlos estaba siendo víctima de
extorsión carcelaria, un delito que aunque no es nuevo sí ha crecido alimentado
por el desconocimiento de la gente.
"Se trata de presos que toman los datos de
directorios telefónicos y obtienen los nombres de los gerentes mediante sutiles
preguntas a las secretarias", explica Janeth Lemus, intendente del Gaula de la
Policía.
"A mí me pidieron consignar el mismo día y hasta me
dijeron que les prestara los 170 mil que valía el giro. Con eso me dejarían en
paz por tres años", cuenta Carlos y asegura que decidió llamar a las autoridades
y se encontró con grabaciones de un hombre con voz y amenazas
semejantes.
De acuerdo con Lemus, ya hay varios delincuentes
identificados por estos casos. "Queremos llevarlos a cárceles de máxima
seguridad donde no tengan señal de celular, pero para eso necesitamos que la
gente denuncie", agregó.
*Nombre cambiado por seguridad.
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