La joven, que está en el hospital de Magangué, podría perder el brazo.
Una pena de amor, cerrando el 2016, fue el fin de las esperanzas de una jovencita de escasos 13 años de edad, quien tras no soportar romper relaciones con su novio (seis años mayor que ella) tomó una decisión desconcertante: inyectarse gasolina para acabar con su vida.
El caso ocurrió en Tiquisio, un municipio del sur de Bolívar, de nos más de 22.000 habitantes, donde los pobladores no salen de su asombro ante tal caso, nunca antes visto en esta zona.
Según información que trascendió recién esta semana, el detonante para que la joven, con la ayuda de un amigo, se inyectara el combustible, se dio después de Navidad.
Al parecer su compañero sentimental le dijo que la relación no iba más, por tanto la menor al sentirse sola y abatida emocionalmente, consiguió los elementos y se administró la gasolina en su brazo izquierdo.
Desde luego, el combustible originó una serie de reacciones que hoy la tienen en el Hospital de Magangué a punto de perder su extremidad superior.
Entretanto, la Policía del Magdalena Medio confirmó que el joven que le ayudó a inyectarse está bajo custodia mientras se le define su situación.
La cantidad de gasolina que ingresó al cuerpo de la joven fue aproximadamente 10 centímetros cúbicos.
Parte médico
Según el diario El Original, que cubre el territorio surbolivarense, el parte médico entregado advierte que “la menor tiene una celulitis o infección de tejidos blandos en el tercio medio del brazo, con exposición con el tercio medio del antebrazo. La víctima se encuentra con una osteomielitis que le compromete el hueso de su brazo izquierdo”.
Fuente: Colprensa.
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