Todo parece indicar que los dos pistoleros, que terminaron quitándole la vida a Ríos Méndez, no llegaron hasta la vivienda para matarlo a él, sino, al parecer, el problema era con uno de sus sobrinos.
Según se conoció, los hombres llegaron en una moto y discutieron con el sobrino de Luis Andrés, pero luego se fueron con la firme intención de regresar.Cuando volvieron, sacaron una pistola y empezaron a disparar.
Finalmente, impactaron por un costado a Ríos, quien cayó gravemente herido al piso y tuvo que ser auxiliado y trasladado por sus familiares al hospital de ese municipio, donde finalmente murió.
“Él primero salió y entró a las sobrinas y cerró la puerta. Pero, luego tal vez intentó hablar con esas personas y de una vez le dispararon”, explicó una familiar.
Ríos, de 30 años, era reconocido en el barrio como un hombre respetuoso y trabajador. Se dedicaba a la zapatería y también era mototaxista.
Los dolientes describieron a su ser querido como una persona alegre y que siempre se preocupó por el bienestar de sus papás y de sus sobrinos. Además, aseguraron que se caracterizó por ser fiel a su creencia evangélica. No le gustaban los problemas.
Fuente: La Opinión
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