Los taxis son los que mejor ejemplo han dado en el cumplimiento de la medida del pico y placa que se empezó a sancionar, en serio, desde el lunes 3 de septiembre, en Cúcuta.
Mientras en carros particulares se contabilizaban hasta el viernes 50 inmovilizaciones e igual número de multas, en el gremio de la ‘mancha amarilla’ solo un taxista había violado la restricción.
Este comportamiento de los taxistas fue elogiado por el secretario de Tránsito Municipal, Ricardo Villamizar, al señalar que si así también lo imitaran los conductores particulares el orden en el tráfico y la movilidad serían cada vez mejores.
El funcionario desmintió de esta manera que la medida no tenga penalización, al tiempo que llamó la atención en el hecho de que los conductores sancionados en su gran mayoría son de carros matriculados fuera de Cúcuta y de municipios del área metropolitana, lo que quiere decir que en el caso de los vehículos de placas venezolanas de residentes en la capital nortesantandereana también se observó un buen cumplimiento de la norma.
El pico y placa rigió durante todo agosto de manera pedagógica, pero a partir del 3 de septiembre comenzó a ser sancionado con $280.000 de multa.
A este valor hay que sumarle $68.000 por concepto de inmovilización del carro, más $14.000 por cada día de parqueadero.
Los vehículos particulares con placas colombianas de municipios por fuera de Cúcuta y el área metropolitana, así como los venezolanos que son propiedad de habitantes de Cúcuta, tendrán restricción para entrar al centro, en un perímetro que comprende la Diagonal Santander hasta la calle 17 - y la avenida Libertadores hasta la calle 10, incluido el sector de Caobos.
Las vías aledañas al cuadrante no tienen veto para la circulación vehicular, recordó Villamizar.
Mientras tanto, para los taxistas el pico y placa es en todo el casco urbano.
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