La caída de la moneda venezolana animaría a colombianos a comprar en el vecino país.
A la expectativa están comerciantes, gobernantes y habitantes de Cúcuta y su área metropolitana tras la caída del bolívar en esta zona de frontera, que este viernes cerró a 90 pesos por bolívar fuerte.
Aunque la baja no está directamente relacionada con la devaluación de la moneda venezolana frente al dólar -que entrará en vigencia en los próximos días-, sí genera tensión en el sector comercial, que viene siendo golpeado por esta dinámica cambiaria.
Carlos Eduardo Luna Romero, presidente de la Asociación de Profesionales del Cambio, Asocambios, en Norte de Santander, dijo que el mayor impacto del valor del bolívar en la zona de frontera corresponde a un tema de oferta y demanda. La baja permite que los productos venezolanos abunden en el comercio local, en su gran mayoría, de forma ilegal.
"Estamos en el peor de los mundos. Los compradores venezolanos no volvieron porque les sale muy caro comprar en Colombia, y los colombianos se fueron a comprar a Venezuela", aseguró Luna Romero, quien agregó que esta situación tiene mal a muchos negociantes formales.
Con él coincide Gladys Navarro, directora ejecutiva de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), seccional Norte de Santander, quien manifestó que la situación tiende a empeorar.
Para este sábado se ha previsto una reunión entre gremios y autoridades locales para ahondar en el documento sobre inversión pública que se presentará ante el Gobierno Nacional, con el fin de revertir la situación.
Efecto temporal en ventas
Poca o ninguna sorpresa causó en Colombia el anuncio de la devaluación del bolívar oficial.
La situación cambiaria en Venezuela era insostenible, indicó el presidente de Analdex (gremio de los exportadores colombianos), Javier Díaz, porque mientras la tasa oficial era de 4,3 bolívares, en el mercado paralelo ya se estaba negociando a 28 bolívares por dólar.
No hay duda, agregó, de que los productos que importa el vecino país resultarán más costosos para los compradores venezolanos, opinión con la cual coincide su colega de la Cámara Colombo-Venezolana, Magdalena Pardo.
Esa situación, expresó Díaz, acentuará la que se vive en Colombia con la revaluación del peso, que encarece la producción local para compradores del exterior. No obstante, "también creo que (la medida) sincera el valor de la moneda venezolana, y uno esperaría que las exportaciones asimilen rápidamente eso".
Tradicionalmente, cuando Venezuela ha devaluado su moneda rápidamente se asimila ese hecho porque la inflación allí sigue siendo muy alta y también "rápidamente se come la devaluación", apuntó el presidente de Analdex.
Magdalena Pardo precisó que la decisión venezolana solo deja como sistema al Cadivi y elimina el Sitme, al tiempo que crea un nuevo organismo que definirá qué es lo que se importa a Venezuela. El Cadivi, dijo, seguramente va a tener un poco más de liquidez.

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