Alejandro Gaviria, ministro de Salud, anunció además la desaparición del no-POS.
Ministro de Salud explica el gran 'revolcón'
que diseñó el Gobierno en este sector.
El ministro Alejandro Gaviria le revela a el tiempo los puntos principales de
la reforma de la salud. Se acaban el Fosyga, las EPS y el no-POS. La afiliación
de los colombianos y el recaudo de sus pagos a salud lo hará una nueva entidad,
Misalud. Los nuevos agentes de la salud se reorganizarán territorialmente. Los
gobernadores administrarán el régimen subsidiado pero no los dineros y habrá
mucho más controles para combatir la corrupción.
¿Por fin podemos anunciarle al país que está lista la reforma de la
salud?
Sí, los temas fundamentales están listos. El articulado saldrá en una semana
larga. Con esta entrevista empieza oficialmente la presentación pública de su
contenido.
Les escuché a dos ex presidentes decir que la reelección del
presidente Santos depende de que esta reforma salga bien…
Pues esa opinión me impone una responsabilidad aún mayor. Existe una gran
expectativa sobre la reforma: la opinión pública, por razones obvias, es muy
sensible a los problemas de la salud. Pero cabe aclarar que la reforma no va a
solucionar automáticamente todos los problemas. Nos dará instrumentos para ir
resolviéndolos en un plazo razonable. Marcará un rumbo cierto. Los agentes del
sistema vislumbrarán un camino distinto y permitirá, eso espero, recobrar la
legitimidad perdida.
Gastamos en salud como si fuéramos un país rico. Por eso quebró
España, y Obama está en una encrucijada… Pero los colombianos no están contentos
con la forma como se atiende su salud. ¿Se resolverá esta
contradicción?
Los objetivos de la reforma tienen que ser precisamente esos: mejorar la
oportunidad, la continuidad y la calidad de los servicios de salud y garantizar
al mismo tiempo la sostenibilidad del sistema. Esta es una reforma pensada en la
gente, en que cualquier colombiano que trate de acceder a los servicios de salud
encuentre un sistema que le responde. No podemos olvidar de otro lado que los
recursos son muy limitados. Colombia es un país de ingreso medio. No puede
existir un plan ilimitado y gratuito para todo el mundo. Las demandas sociales
no siempre son coherentes: a veces demandamos más servicios de salud que los que
estamos dispuestos a pagar.
¿La Ley 100 hizo agua?
No llegaría a ese extremo. Hay ganancias evidentes en acceso y equidad. Pero
el mayor acceso no ha logrado resultados similares en calidad de los servicios;
ese es nuestro reto. Muchos colombianos lograron acceder a un sistema de salud
que no estaba suficientemente preparado, y se confió en que los mercados
resolverían todo. Veinte años después el cambio no da espera. Con esta reforma
buscamos estabilizar la crisis y superar el desgobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario