martes, 26 de marzo de 2013

'Campaña se anticipó por cuenta del expresidente Uribe': Vargas Lleras

Vargas Lleras recorrió 240 municipios en 5 meses para adelantar el programa de viviendas gratis.
 
En entrevista con María Isabel Rueda, MinVivienda dice que en 'próximas semanas' decidirá su futuro.
 
Por una casualidad, estaba presente cuando usted le dijo al Presidente, siendo Ministro del Interior: ‘Déjeme ir a hacer las casas de este Gobierno'. ¿Le confieso lo que pensé?
¡Pues claro!
 
Que el Presidente no lo iba a dejar y que usted no iba a poder hacer las casas. Todo me pareció un poco loco.
Lo primero que debo agradecerle al Presidente es que me creyó. Porque, primero, era solo una idea. Yo creía que eso venía haciéndose mal, que había que cambiar, desde la concepción de las casas para los más pobres, hasta la ley de vivienda. Presentamos entonces una nueva ley, constituimos un patrimonio autónomo, convocamos a los alcaldes, habilitamos las tierras, hicimos las convocatorias y hoy podemos decir que hay 100.000 viviendas en construcción para los sectores más pobres del país.
 
¿Cuántos municipios recorrió?
240 municipios en cinco meses.
 
Gran parte de ese recorrido tuvo que hacerlo en avión. A usted le da pánico volar. ¿Con esto ya se graduó y le perdió el miedo?
No. Jamás he sido indiferente a los aviones, menos a los helicópteros. Me ha tocado hacer de tripas corazón (risas).
 
Firmó la semana pasada el contrato de construcción de la vivienda número 100.000. ¿Es una hazaña?
No. Es un reto de gerencia. En un tiempo récord convertimos en realidad que los más pobres de Colombia, los que nunca pudieron hacer un ahorro y que jamás fueron sujetos de crédito, tuvieran una esperanza que va a ser realidad: casa propia.
 
Una cosa es firmar la casa 100.000, pero ¿cuántas están construidas? ¿Cómo sabemos que no se nos van a quedar en el anuncio?
Muy buena pregunta. La construcción de la gran mayoría ya está bien avanzada. En abril entregaremos las casas de Valledupar, Soledad, parte de Barranquilla y Galapa. Y escúcheme bien: a partir de mayo, semanalmente se entregarán 2.000 viviendas, 8.000 cada mes. Y antes de que termine el año, 95.000 viviendas estarán en manos de los beneficiados.
 
Lo veo hablar con tanta seguridad, en un país donde nada se cumple…
Por la modalidad de contratación que utilizamos, no hay posibilidad de que ninguno de estos proyectos vaya a siniestrar. Todos los constructores los están adelantando con sus propios recursos, exigiéndose que fueran los bancos los que se involucraran en el proceso, otorgándoles crédito constructor. Si fracasa alguna de esas iniciativas, ese fracaso no correrá por cuenta del Estado, sino de quienes participaron de las convocatorias.
 
¿Cuál fue la etapa más difícil?
El inicio. Fue complejo que los bancos dieran los créditos, porque las garantías son los mismos proyectos. Más difícil aún, que las compañías de seguros nos dieran las coberturas. Cuando llegué al ministerio encontré 278 proyectos siniestrados en el país. Y claro, esa situación se reflejó en innumerables pleitos que tenemos con las compañías de seguros exigiendo las pólizas. No fue fácil que nuevamente nos aseguraran los proyectos.
 
¿Y los alcaldes? ¿Hubo celos porque ellos se querían lucir?
Al comienzo no todos los alcaldes confiaron en este proyecto. Era fundamental que ellos aportaran los lotes, dieran las licencias, suministraran los servicios públicos… Es un programa complejo, que no solo dependía del Ministerio, sino de muchos factores externos.
 
¿Es cierto que las casas son más grandes que las ‘cajas de fósforos’ que normalmente se han construido en Colombia como vivienda social?
Lo que llamaban la vivienda de interés prioritario nunca superó los 32 metros cuadrados. Hemos llegado hasta 75 y ninguna puede tener un área inferior a 42 metros. El promedio de todas supera los 50 metros, con los mismos recursos y precios que se fijaban en el pasado y que solo permitían construir 32 metros cuadrados.
 
¿Acepta las críticas de que este programa del Gobierno se parece a los sistemas asistencialistas, como el instalado por Chávez en Venezuela, de hacer política regalando cosas?
Este programa de las 100.000 viviendas ha opacado lo que venimos haciendo en otros frentes, que también es mucho. Durante el gobierno del presidente Santos se han iniciado proyectos para 460.000 viviendas, un promedio superior a las 200.000 anuales, y vamos a cumplir con las 350.000 anuales, pero llegando a todos los segmentos. Las gratuitas son para quienes nunca tuvieron ninguna posibilidad distinta. Para las familias de un salario mínimo hay un plan de construcción que les permitirá comprar su casa sin comprometer más del 30 por ciento de su ingreso. Significa eso poder pagar una casa con cuotas mensuales de 215.000 pesos. De esta forma, el Gobierno ofrece respuesta a todos los segmentos, dependiendo de su ingreso.
 
¿Usted estará todavía en el Gobierno cuando la gente empiece a quejarse de que en su casa gratis apareció una grieta?
Estaré al frente de este ministerio mientras el Presidente me quiera aquí. En cuanto a su pregunta concreta, el sistema de contratación que tenemos ha resultado magnífico. Aparte de las interventorías, que se licitaron con firmas muy serias, de gran reconocimiento, son los propios bancos los que otorgaron los créditos constructores. Serán nuestros mejores ojos e interventores en las obras. La vigilancia se ejerce a través de los bancos, con nuestras interventorías y la supervisión de las administradoras locales.
 
Pero las grietas aparecerán…
Cada casa, en el momento en que se entregue, estará cobijada por una póliza de estabilidad expedida por una compañía de seguros.
 
Le escuché expresar dos frustraciones que me sorprendieron. Una es que no pudo hacer vivienda gratuita en el Vaupés…
Cierto. Las tres convocatorias que hicimos se frustraron. Nunca llegó alguien que ofreciera construir las casas. Hicimos todos los esfuerzos. Subimos el número de viviendas para que el volumen le interesara a alguien...Elevamos el subsidio para reconocer los mayores gastos de transporte… No se logró. Es increíble que en un departamento como este se presenten problemas de tierras, porque lo único que tienen son tierras.
 
¿Y eso qué explicación tiene?
Los predios no están titulados o tienen falsas tradiciones; pusieron problemas los resguardos, aparecieron las consultas previas… Esos y tantos otros aspectos impidieron que –por falta de tierras en un departamento que está virgen– se pudiera adelantar un proyecto de vivienda popular. No ha sido así en los 31 departamentos restantes.
 
¡Increíble! ¿Y Bogotá?
También es una frustración. El cupo inicial eran 8.000 viviendas, pero los lotes que aportó la Alcaldía solo nos permitieron alcanzar las 4.900, a pesar de que es la ciudad donde ha llegado el mayor número de desplazados. Medellín está construyendo 10.000 casas de este programa. En Bogotá hace más de 10 años no se construye una vivienda de interés prioritario. Era una inversión de 360.000 millones que ofreció el Gobierno Nacional a Bogotá y que se frustró.
 
¿Comparte el chiste de que, salvo Bogotá, el resto del país se volvió petrista?
(Risas) ¿Por qué?
 
Porque todos los constructores bogotanos se fueron para otras ciudades del país a construir, ya que aquí no los dejaron…
Es un mal chiste, pero es verdad. Separándome del programa de las 100.000 viviendas, los indicadores de Bogotá señalan desplome de los proyectos de construcción por diversos factores: caída en nuevos licenciamientos, confusión sobre la incertidumbre jurídica generada por las normas que incorporan reglas sobre compensaciones en el suelo y que incrementan el valor de los proyectos hasta en un 40 por ciento... Eso ha obligado a las compañías constructoras a buscar nuevas oportunidades. Y explica el enorme crecimiento de Barranquilla, Montería, Valledupar, Sincelejo….
 
El agua también es de su resorte. ¿Cómo así que en lugares como Yopal tienen la plata de sobra y todavía el acueducto está en estudio?
Ese caso de Yopal es excepcional. En cuenta corriente, a disposición de la Gobernación, hay 186.000 millones desde hace varios años, que solo pueden utilizar en programas de agua. Ocho billones de pesos ha recibido el departamento en regalías. Resulta inconcebible que a estas alturas no cuenten con un acueducto que ofrezca cobertura y calidad óptima. La solución tardará un tiempo. Hasta ahora contrataron los estudios. Se entregarán en julio. Una obra de esta envergadura durará por lo menos un año y medio en construirse.
 
Tiene hasta mayo para irse del Gobierno y no inhabilitarse. A partir de ese mes:
1. Pase lo que pase, se queda en el Gobierno.
2. Solo se queda si el Presidente se lo pide.
3. Renuncia en mayo, porque aunque usted no competirá contra el Presidente, es un seguro no inhabilitarse…
María Isabel: llevo 3 años mudo por un absurdo régimen que cobija a los funcionarios públicos y les impide hacer política. Este es un año electoral y la campaña se anticipó de cuenta del expresidente Uribe. Claro que deseo participar en el debate y salir a defender la obra de este gobierno y al Presidente. Lo que aún no sé es cuál será el momento más oportuno.
 
El momento sí es claro: sus inhabilidades comienzan el 8 de mayo…
Sí, lo tengo muy presente. Con seguridad, en las próximas semanas tendré oportunidad de conversar con el Presidente y decidir.
 
Me cuenta… Por último, quisiera que le diera un consejo al presidente Santos y otro al expresidente Uribe, en torno al proceso de paz con las Farc.
No acostumbro darle consejos al Presidente y mucho menos en público. Más bien les doy un consejo a los escépticos: que confíen en su Presidente.
 
¿Y el consejo al expresidente Uribe?
¿Usted cree que alguna vez él ha seguido los consejos de alguien? Dicen que ni siquiera de su señora, Lina, lo que mucho le convendría.

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