El presidente del Partido Liberal, Simón Gaviria, lideró un encuentro con el jefe de Estado, Juan Manuel Santos y algunos alcaldes y gobernadores liberales, en su residencia.
El jueves, cuando ya comenzaba a oscurecer el cielo capitalino, el apartamento del representante a la Cámara y director del Partido Liberal, Simón Gaviria, se convirtió en epicentro de uno de los acontecimientos políticos que más recelo ha causado entre los partidos de la Unidad Nacional.
La idea era que al paladar de una comida los asistentes le presentaran al presidente de la República, Juan Manuel Santos, su pleno respaldo, en medio de la arremetida de los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, en su contra.
Los primeros en llegar a la ‘cumbre liberal’ fueron los mandatarios locales y regionales. Por la puerta del apartamento circularon: Aury Guerrero, gobernadora de San Andrés; Juan Carlos Gossaín, del Bolívar, Julio César Guerra, de Sucre; Juan Carlos Granados, de Boyacá, y Alan Jara, del Meta.
Otros de los invitados eran José A. Segebre, gobernador del Atlántico; Luis C. Delgado, gobernador del Tolima; Guido Echeverri, de Caldas; Segundo Raúl Delgado, de Nariño y Álvaro Cruz, de Cundinamarca.
Entre tanto, los alcaldes convocados fueron: Aníbal Gaviria; de Medellín; Luis Francisco Bohórquez, de Bucaramanga; Luz Valenia, de Armenia; Carlos Caicedo, de Santa Marta; Rafael Ceballos, de Riohacha; William Celemín, de Yopal; Luis Rodríguez, de Ibagué; Freddy Socarrás, de Valledupar, y hasta Donamaris Ramírez Lobo, alcalde de Cúcuta, quien pertenece al Partido Verde.
El hermetismo frente a las cámaras marcó la noche. Fueron muy pocas las declaraciones que se escucharon por parte de los gobernantes regionales y de los propios ministros que asistieron a la comida, entre los que se contaron el jefe de la cartera política, Fernando Carrillo; el de Salud, Alejandro Gaviria; el del Trabajo, Rafael Pardo, y el ministro de las TIC, Diego Molano.
Mientras cenaban, los cuatro ministros, 10 gobernadores, 8 alcaldes liberales y el presidente comentaban las críticas y los avances del proceso de paz.
Se dijo que no es cierto que las Farc vayan a cambiar a los negociadores como se viene rumorando desde hace varios días, con lo cual quedaría descartada de plano la posibilidad de que Jorge Torres Victoria, más conocido como alias Pablo Catatumbo, entre a hacer parte del equipo negociador de las Farc.
Y aunque el Gobierno no se ha pronunciado oficialmente al respecto, la fuente que estuvo en la cena con el presidente, aseguró que el mandatario insistió en que esos rumores están en cabeza de la oposición y lo que buscan es desestabilizar el proceso.
Lo que sí habría admitido Santos es que otro grupo guerrillero pronto daría muestras para iniciar un diálogo similar al que se adelanta actualmente con las Farc.
Tras una hora de encuentro, entre pregunta y pregunta, el Gobierno fue revelando también que, al parecer, las Farc prontamente harán gestos independientes de paz, con lo cual estaría despejado el camino para un pronto y eventual acuerdo de paz.
“Como buen jugador de póquer jamás me he resteado. Sin embargo, tengo suficientes elementos para jugármela a fondo por el proceso de paz, me la voy a jugar toda”, fue una de las tantas sentencias que habría hecho el mandatario durante el encuentro con los miembros de su partido de cuna.
Sus palabras fueron refrendadas por el ministro del Interior, quien fue directo con los mandatarios regionales: “al proceso de paz hay que meterle pueblo. Hay necesidad de hacer la paz en las regiones, y lo más importante es ponerle pueblo a los acuerdos de paz para mostrarle a la gente los dividendos que le trae al pueblo”.
La idea era que al paladar de una comida los asistentes le presentaran al presidente de la República, Juan Manuel Santos, su pleno respaldo, en medio de la arremetida de los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, en su contra.
Los primeros en llegar a la ‘cumbre liberal’ fueron los mandatarios locales y regionales. Por la puerta del apartamento circularon: Aury Guerrero, gobernadora de San Andrés; Juan Carlos Gossaín, del Bolívar, Julio César Guerra, de Sucre; Juan Carlos Granados, de Boyacá, y Alan Jara, del Meta.
Otros de los invitados eran José A. Segebre, gobernador del Atlántico; Luis C. Delgado, gobernador del Tolima; Guido Echeverri, de Caldas; Segundo Raúl Delgado, de Nariño y Álvaro Cruz, de Cundinamarca.
Entre tanto, los alcaldes convocados fueron: Aníbal Gaviria; de Medellín; Luis Francisco Bohórquez, de Bucaramanga; Luz Valenia, de Armenia; Carlos Caicedo, de Santa Marta; Rafael Ceballos, de Riohacha; William Celemín, de Yopal; Luis Rodríguez, de Ibagué; Freddy Socarrás, de Valledupar, y hasta Donamaris Ramírez Lobo, alcalde de Cúcuta, quien pertenece al Partido Verde.
El hermetismo frente a las cámaras marcó la noche. Fueron muy pocas las declaraciones que se escucharon por parte de los gobernantes regionales y de los propios ministros que asistieron a la comida, entre los que se contaron el jefe de la cartera política, Fernando Carrillo; el de Salud, Alejandro Gaviria; el del Trabajo, Rafael Pardo, y el ministro de las TIC, Diego Molano.
Mientras cenaban, los cuatro ministros, 10 gobernadores, 8 alcaldes liberales y el presidente comentaban las críticas y los avances del proceso de paz.
Se dijo que no es cierto que las Farc vayan a cambiar a los negociadores como se viene rumorando desde hace varios días, con lo cual quedaría descartada de plano la posibilidad de que Jorge Torres Victoria, más conocido como alias Pablo Catatumbo, entre a hacer parte del equipo negociador de las Farc.
Y aunque el Gobierno no se ha pronunciado oficialmente al respecto, la fuente que estuvo en la cena con el presidente, aseguró que el mandatario insistió en que esos rumores están en cabeza de la oposición y lo que buscan es desestabilizar el proceso.
Lo que sí habría admitido Santos es que otro grupo guerrillero pronto daría muestras para iniciar un diálogo similar al que se adelanta actualmente con las Farc.
Tras una hora de encuentro, entre pregunta y pregunta, el Gobierno fue revelando también que, al parecer, las Farc prontamente harán gestos independientes de paz, con lo cual estaría despejado el camino para un pronto y eventual acuerdo de paz.
“Como buen jugador de póquer jamás me he resteado. Sin embargo, tengo suficientes elementos para jugármela a fondo por el proceso de paz, me la voy a jugar toda”, fue una de las tantas sentencias que habría hecho el mandatario durante el encuentro con los miembros de su partido de cuna.
Sus palabras fueron refrendadas por el ministro del Interior, quien fue directo con los mandatarios regionales: “al proceso de paz hay que meterle pueblo. Hay necesidad de hacer la paz en las regiones, y lo más importante es ponerle pueblo a los acuerdos de paz para mostrarle a la gente los dividendos que le trae al pueblo”.
Prórroga del periodo
Cuando ya terminaba la comida se integró a la reunión el fiscal General, Eduardo Montealegre, quien se disculpó por la tardanza y se unió rápidamente al ambiente de cordialidad que se sintió en el encuentro. Al parecer, estaban hablando de la posibilidad de prorrogar el periodo presidencial por dos años para sellar el proceso de paz, propuesta que recientemente trajo a colación la exsenadora Piedad Córdoba.
Sin embargo, el presidente de la colectividad, Simón Gaviria, fue claro en que no se pueden cambiar las reglas de juego a última hora, puesto que estas fueron unas de las críticas más fuertes que se le hicieron al gobierno anterior y no quedaría bien caer ahora en contradicciones.
Y así, entre tema y tema, los liberales ratificaron su espaldarazo a la gestión del primer mandatario e incluso le recordaron, como en otras oportunidades, que la colectividad roja, “es su casa”.
Alcalde de Cúcuta, entre los invitados
Uno de los nombres que más sorprendió entre las lista de invitados a la cena liberal con el presidente Juan Manuel Santos y los ministros que representan la colectividad, fue el del alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez Lobo.
Aunque el mandatario fue elegido por el Partido Verde y actualmente sigue ostentando sus banderas, el propio presidente del partido, Simón Gaviria, de quien se dice es muy cercano, decidió incluirlo en el grupo, aduciendo que sus raíces siempre han estado en ese partido.
Aún así, Ramírez Lobo fue uno de los pocos que se excusó para no asistir, argumentando motivos de salud.
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