Luis Monroy, jefe del Cicpc en la región informó que la institución que representa atiende órdenes del ministerio del Interior de reforzar la vigilancia en los municipios Ayacucho (Colon), Panamericano (Coloncito), García de Hevia (La Fría), así como en los fronterizos Bolívar (San Antonio) y Pedro María Ureña (Ureña).
Esto con el fin de determinar si aún hay presencia de otros integrantes de dicho grupo irregular en las zonas mencionadas. Dijo desconocer si los 6 detenidos, presuntamente integrantes de “Los Rastrojos”, serán trasladados a la capital. Agregó que esta decisión corresponde al Sebín, entre tanto señaló que se encuentran en el cuartel de prisiones de Politáchira.
Por otra parte, el funcionario dio a conocer la detención de Dicxon Leandro Ramírez González, venezolano de 24 años de edad, y Ricardo Antonio Sánchez Guerrero, también venezolano de 52 años, quienes usando vestimenta militar sometían a conductores de camiones NPR y Triton para robarles las unidades, las cuales eran llevadas a territorio colombiano. Se conoció que están implicados en 13 casos del delito ya mencionado.
Siguen en la búsqueda de dos integrantes más de esta banda, uno está identificado como Juan Ramón Sánchez Chacón y otro que es llamado Lenin.
Asimismo dio a conocer el esclarecimiento del homicidio del joven venezolano César Eduardo Pereira Herrera, quien murió el pasado sábado en la tarde cuando se encontraba en la plaza Bolívar de la población de Santa Ana, capital del municipio Córdoba, varios sujetos lo interceptaron y dispararon sin mediar palabra alguna.
Los detenidos por el caso son José Luis Rivera, de 18 años de edad, Ángel Abraham Medina García de 25 años, y Erick Antonio Quintero de 18, todos de nacionalidad venezolana.
Al momento de la detención se les incautaron dos motos en las que cometían sus fechorías y dos armas de fuego, una de ellas vinculada con el homicidio de Pedro Pablo Ávila Chávez, venezolano de 28 años también residente de Santa Ana, a quien el 25 de mayo lo sorprendieron cerca de su residencia y le ocasionaron la muerte.
Según Monroy el móvil que cobra fuerza en ambos asesinatos es la riña, pues el cuerpo investigativo conoció que las victimas en ocasiones anteriores habían tenido discusiones con José Luis Rivera, jefe de la banda.
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