martes, 17 de diciembre de 2013

Gramaloteros alistan su plan 'B' de vivienda

Habitantes del desaparecido Gramalote llevaron a Pomarroso una imagen de Nuestra Señora de Monguí.

Mientras el Gobierno adelanta los planes del proyecto de reconstrucción de Gramalote (Norte de Santander) en inmediaciones del sector de Miraflores, hoy martes, cuando se cumplen tres años de la tragedia, más de 600 damnificados han emprendido su propio plan de reasentamiento.
La idea de estos habitantes, que perdieron sus casas por una falla geológica y que se organizaron legalmente como Asociación Nuevo Gramalote, es levantar un nuevo pueblo en Pomarroso, ubicado en la vereda Valderrama.
Se trata de 32 hectáreas que fueron compradas y donadas a la comunidad por varios hermanos de la familia Celis Rincón, nativos de Gramalote.
Al lote de Pomarroso los habitantes ya llevaron la imagen de Nuestra Señora de Monguí, su patrona, como señal de esperanza.
Los pobladores resaltan de este lugar que queda más cerca de Cúcuta, por lo que tendrían más posibilidades comerciales y turísticas que en el sitio escogido por el Gobierno, en Miraflores.
Y para abrirle paso a la construcción del nuevo pueblo, con pica y pala empezarán a destapar los 5,8 kilómetros de carretera, que según un estudio topográfico son los necesarios para el acceso a la zona.
Según Juan Celis Rincón, esta decisión se tomó por la desesperanza de la población generada por la dilación en la reconstrucción, los cambios en la designación del suelo y las demoras en la compra de los terrenos en Miraflores.
La idea inicial es entregarle el terreno al Gobierno para que adelante la construcción de las viviendas.
“Hemos liderado la adquisición del lote y vamos a entregárselo al Gobierno para que atienda la petición de la comunidad de que quiere que Gramalote sea en Pomarroso, pero puede surgir el inconveniente de que no tengan la voluntad de recibirlo”, dijo el propietario.
La Asociación Nuevo Gramalote calcula que allí se podrán construir 1.200 viviendas. De no obtener una respuesta positiva del Estado, estas se construirían a través de un proyecto privado con interesados en invertir en el plan de reconstrucción.
Así mismo, con el apoyo de profesionales del grupo se han ido elaborando los diseños urbanísticos y de servicios públicos. La maqueta, elaborada dentro de los estudios de Servivienda, es el primer borrador sobre el que se visualiza la reubicación en la zona, ya sea como corregimiento, caserío o complejo turístico.
“Queremos que el presidente Juan Manuel Santos nos cumpla con lo que dijo: que el pueblo se hacía donde los gramaloteros escogieran. Queremos decirle al Gobierno que ya somos dueños de Pomarroso”, afirmó Celina Neira, directora de la Asociación Nuevo Gramalote.
Sin embargo, la posición del Fondo de Adaptación es la de no dar marcha atrás a la elección de Miraflores como la zona más viable y técnicamente acertada. Las autoridades buscan un acercamiento con los miembros de la Asociación para socializar lo que viene realizando el Fondo de Adaptación en cada una de las etapas de la reubicación de las 1.205 familias damnificadas.
Después de tres años de la tragedia, se ha formalizado la compra de 28 hectáreas de terreno, de un total de 100 que se tienen previstas para la nueva población. El Gobierno espera tener en enero la totalidad de los lotes comprados.
Los recursos para la ejecución de las obras ascienden a los 163.777 millones de pesos. Según cálculos, el 2014 será el año de la construcción y el 2015, el del retorno de la población.
En los diseños del nuevo casco urbano de Gramalote se contemplan aproximadamente 1.000 casas y se establecen los mismos 16 barrios que conformaban la antigua población.

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