Gobierno autoriza castigar el consumo excesivo de agua. Hay límites por regiones.
Ante la probabilidad de que en el segundo semestre del año se presente el fenómeno del Niño –que llega al 65 por ciento, según advirtió el jueves el Centro de Predicción Climática (Noaa, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos–, el Gobierno anunció que castigará el desperdicio de agua de los consumidores.
La sanción, de acuerdo con el Ministerio de Vivienda, será una tarifa adicional, que fijará en los próximos días la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA).
Ese organismo también deberá establecer la fecha a partir de la cual empezará a regir el recargo por consumo excesivo y, de acuerdo con el riesgo de abastecimiento de agua, en qué regiones y durante cuánto tiempo será aplicada la norma.
Según el ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Luis Felipe Henao Cardona, esa decisión la tomará la Comisión de Regulación con base en la información del Ideam, organismo que ya había advertido la probabilidad de que se presente el Niño.
El fenómeno climático se caracteriza por una temporada seca, especialmente en las regiones Caribe y Andina, lo mismo que altas temperaturas en los valles interandinos (Cauca y Magdalena), igual que en el altiplano cundiboyacense.
Entre otras consecuencias, se han notado (en fenómenos anteriores) reducción de las lluvias y de los caudales de ríos y, en general, una menor oferta de agua para los embalses y acueductos, e incendios forestales.
Según la agencia estadounidense, en el mes de abril se manifestó aumento de temperatura en el océano Pacífico en toda la franja que forma su parte tropical. Las anomalías también fueron evidentes en los vientos que soplan en la zona.
Con su decisión, el Ministerio aplicará en su totalidad una resolución que la CRA había expedido en el 2010 y que establece un consumo máximo para los hogares colombianos. Quien supere ese límite deberá pagar un sobrecargo.
Ese valor adicional se aplicará a los metros cúbicos demandados por encima del promedio fijado para la región. El resto de tarifas, según el ministro Henao, seguirá estable, y las de los estratos más bajos, subsidiadas.
“El llamado es a ahorrar, porque, gota a gota, el agua se agota”, aseguró el jefe de la cartera de Vivienda.
La resolución 493 de la CRA de ese año establece unos niveles máximos de consumo, según el piso térmico en el que se encuentre el municipio o ciudad.
Por ejemplo, para Bogotá, que se encuentra por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, hay un límite de consumo de 28 metros cúbicos al mes.
Y en una ciudad como Medellín, que está entre los 1.000 y los 2.000 metros, se considerará consumo excesivo el que supere los 34 metros cúbicos.
Para las ciudades y municipios por debajo de los 1.000 metros sobre el nivel del mar, el tope es de 35 metros cúbicos. Este es el caso de Santa Marta, donde desde hace cerca de seis meses existen serios problemas de abastecimiento de agua.
Los recursos que sean recaudados con la mayor tarifa por desperdicio se destinarán a la protección, reforestación y conservación de las cuencas hidrográficas abastecedoras de acueductos municipales, y a campañas que incentiven el uso eficiente y el ahorro del agua.
El Ministerio también llamó a las CAR a reforestar.

No hay comentarios:
Publicar un comentario