LA GESTORA SOCIAL de Norte de Santander, Laura Cáceres; el gobernador, Edgar Díaz y los niños asistentes al acto de inauguración, dieron apertura a la octava jornada de cardiopatías.
No correr, caminar lento, reírse con poca intensidad y cada vez con menos carcajadas. Estas son las recomendaciones que a diario le dan sus padres a Cristian Alexis Ortega Galvis, un niño de 11 años que nació con una enfermedad coronaria que ha afectado directamente su corazón, pero además parte de sus pulmones.
Al preguntarle exactamente qué tiene, el niño no sabe responder, pues asegura que no le duele nada, pero su padre, Luis Alexander Ortega, expresa que es una enfermedad de corazón compleja que requiere la intervención de especialistas. Por eso, ambos asistirán a la octava jornada de detección de cardiopatías de Norte de Santander.
Consiste en una valoración a fondo de los niños de cero a 18 años de edad que padezcan de alguna enfermedad de corazón, por parte de los médicos de la Fundación Cardioinfantil de Bogotá, quienes examinarán el viernes 3 y el sábado 4 de octubre a todos los niños de la región que lleguen al Hospital Universitario Erasmo Meoz.
La gestora social de Norte de Santander, Laura Cáceres, es la cabeza de esta actividad, quien ya ha liderado otras siete versiones, y en las que ya se han operado a unos 300 niños del departamento, sin costo para sus padres.
“El viernes 3 de octubre los médicos atenderán a los niños de 7 de la mañana a 5 de la tarde, y el sábado, de 7 de la mañana a 2 de la tarde, por eso la expectativa es muy grande, porque esta es una oportunidad que Dios nos está dando para poder cambiarle la vida a todos los menores que puedan acceder a estas operaciones”, comentó la gestora social.
El padre del menor señaló que ya se han presentado en otras dos jornadas de cardiopatías en las que ha sido valorado el niño, pero no ha clasificado para la intervención quirúrgica, pues cree que la enfermedad tiene que ver con una bacteria que afecta ambos órganos.
“El niño ha estado en controles en la Cardiovascular de Bucaramanga, y la última vez me dijeron que allá no lo operaban, porque se me podía quedar en la operación”.
Ayer, en el lanzamiento oficial de la jornada, en la que invitaron a todos los padres a llevar a sus hijos, los galenos explicaron que algunos de los síntomas de los niños enfermos de corazón son los desmayos, la dificultad para respirar, cansancio al jugar o subir escaleras, alteraciones del crecimiento, y una tonalidad morada en el rostro y las uñas.
La gestora social espera contar con el apoyo de la Policía de Norte de Santander, con la Brigada 30 y con los alcaldes para el traslado de los niños de las zonas más alejadas de Ocaña y el Catatumbo, así como de los integrantes de las tribus indígenas, entre otras.
Al preguntarle exactamente qué tiene, el niño no sabe responder, pues asegura que no le duele nada, pero su padre, Luis Alexander Ortega, expresa que es una enfermedad de corazón compleja que requiere la intervención de especialistas. Por eso, ambos asistirán a la octava jornada de detección de cardiopatías de Norte de Santander.
Consiste en una valoración a fondo de los niños de cero a 18 años de edad que padezcan de alguna enfermedad de corazón, por parte de los médicos de la Fundación Cardioinfantil de Bogotá, quienes examinarán el viernes 3 y el sábado 4 de octubre a todos los niños de la región que lleguen al Hospital Universitario Erasmo Meoz.
La gestora social de Norte de Santander, Laura Cáceres, es la cabeza de esta actividad, quien ya ha liderado otras siete versiones, y en las que ya se han operado a unos 300 niños del departamento, sin costo para sus padres.
“El viernes 3 de octubre los médicos atenderán a los niños de 7 de la mañana a 5 de la tarde, y el sábado, de 7 de la mañana a 2 de la tarde, por eso la expectativa es muy grande, porque esta es una oportunidad que Dios nos está dando para poder cambiarle la vida a todos los menores que puedan acceder a estas operaciones”, comentó la gestora social.
El padre del menor señaló que ya se han presentado en otras dos jornadas de cardiopatías en las que ha sido valorado el niño, pero no ha clasificado para la intervención quirúrgica, pues cree que la enfermedad tiene que ver con una bacteria que afecta ambos órganos.
“El niño ha estado en controles en la Cardiovascular de Bucaramanga, y la última vez me dijeron que allá no lo operaban, porque se me podía quedar en la operación”.
Ayer, en el lanzamiento oficial de la jornada, en la que invitaron a todos los padres a llevar a sus hijos, los galenos explicaron que algunos de los síntomas de los niños enfermos de corazón son los desmayos, la dificultad para respirar, cansancio al jugar o subir escaleras, alteraciones del crecimiento, y una tonalidad morada en el rostro y las uñas.
La gestora social espera contar con el apoyo de la Policía de Norte de Santander, con la Brigada 30 y con los alcaldes para el traslado de los niños de las zonas más alejadas de Ocaña y el Catatumbo, así como de los integrantes de las tribus indígenas, entre otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario