miércoles, 6 de agosto de 2014

Se multiplicaron las requisas y colas en las alcabalas militares fronterizas

Antes que disminuir o al menos agilizarse los controles militares en San Antonio y Ureña, en los peajes y puentes internacionales, estos se multiplican.

San Antonio Estado Tachira.- Días después de la celebración del Cabildo Abierto y de la reunión que autoridades civiles del municipio Bolívar sostuvieran con el jefe de la Redi los Andes, para discutir la situación presentada con los repetitivos controles militares en San Antonio, las requisas  y las colas de vehículos en las alcabalas del Ejército, en el peaje y en la entrada al puente internacional Simón Bolívar, se acentuaron aún más.
Durante  los últimos días, en las citadas alcabalas, los soldados del Ejército prácticamente  están revisando  carro por carro, lo que  origina  largas colas  y gran congestión  vehicular en todo  momento, para entrar o salir de San Antonio  y  Ureña.  Vale mencionar que en la reciente reunión de los presidentes de Colombia y  Venezuela,  uno de los temas  tratados  en la agenda binacional fue el combate al contrabando en la frontera, de allí que los controles  militares, lejos de disminuir, parecieran acentuarse.
Sin embargo, en la comunidad  y los usuarios de las vías  fronterizas  continúa el malestar,  porque aseguran que, a pesar de esos controles, el contrabando de  productos  y combustible  venezolano hacia Colombia continúa.  En el eje fronterizo y en los municipios del interior del estado Táchira, la escasez de artículos de primera necesidad y la especulación  siguen.
Habitantes y familias de la frontera que se ven obligados a buscar los productos de la cesta básica en San Cristóbal, además denuncian que en las alcabalas militares continúan los abusos y las  irregularidades,  pues sostienen que  de manera  descarada los soldados  piden dinero a cambio de no revisar ni retener los productos que la gente lleva hacia San Antonio, Ureña y otros hacia Cúcuta.
“A pesar de que los militares revisan carro por  carro en las alcabalas ubicadas en el peaje, en  la entrada al puente  internacional Simón  Bolívar, y también en las existentes en la salida de Ureña hacia Cúcuta, por el puente Francisco de Paula Santander,  la  extracción  ilegal  de artículos venezolanos se mantiene  igual que antes”, expresó un padre de familia  residente en San Antonio del Táchira, quien ha tenido que sortear esta situación para poder llevar  el mercado familiar desde  San Cristóbal  hasta  su casa.
También los usuarios que diariamente se desplazan desde San Cristóbal  u otras localidades vecinas hacia San Antonio o Ureña, por razones de trabajo o a cumplir cualquier otra diligencia, se quejan  porque sostienen que las  alcabalas solo representan  pérdida  de tiempo. La poca fluidez que  hay  en esos  puntos  de control  hace que el tráfico  colapse  y que  un viajero permanezca una, dos  o hasta tres  horas en cola, por causa de estas requisas.  Las colas  en las alcabalas militares  continúan  siendo  traumáticas  y en varias ocasiones hasta accidente de tránsito se han registrado,  como  ocurrió la semana pasada con una  unidad de la  Guardia Nacional, que se estrelló  contra  la defensa de concreto de uno de los canales del antiguo peaje. Afortunadamente, no hubo víctimas  fatales.
Ante la agudización de las requisas y las colas,  los habitantes  y los usuarios de la vialidad  fronteriza  se preguntan  cuáles fueron los resultados del cabildo abierto celebrado en San Antonio  para  tratar esta problemática y dónde quedó el compromiso del general de división Efraín Velasco, jefe de la Redi  los Andes, de revisar  esta situación.

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