El presidente venezolano Nicolás Maduro negó el miércoles que sus denuncias sobre una supuesta infiltración de paramilitares colombianos para desestabilizar al país, ni las acciones de su gobierno contra el contrabando, que incluye el cierre nocturno de la frontera, sean parte de una política anticolombiana.
El mandatario venezolano impuso desde agosto una medida de cierre diario de la frontera colombo-venezolana por unas siete horas durante la noche para combatir el contrabando hacia Colombia. La medida fue rechazada por Bogotá.
Las autoridades venezolanas esperan con estas medidas solucionar el problema de desabastecimiento y combatir el contrabando de combustible y alimentos que genera pérdidas millonarias.
"Sabe el pueblo colombiano que vive en Venezuela, que nosotros... amamos a Colombia ", dijo Maduro en una rueda de prensa en la que dio detalles de la investigación de la muerte del diputado oficialista Robert Serra y su asistente ocurridos a inicios de mes por una supuesta banda encabezada por un paramilitar colombiano.
Serra, de 27 años, y su compañera María Herrera fueron localizados muertos el primero de octubre en una vivienda de una barriada popular, al norte de la capital, que era utilizada por el diputado para reuniones políticas.
El legislador y su asistente fueron atacados con un arma de tipo punzón y murieron de hemorragia.
"Es el pueblo colombiano que vive en Venezuela, noble pueblo de trabajo, el más interesado cuando emprendemos las luchas contra el contrabando. Así que todas esas campañas... que (señalan que) nuestro proyecto es anticolombiano, no, más bien es el rescate del espíritu original de nuestro padre único, Simón Bolívar", manifestó Maduro.

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