miércoles, 16 de noviembre de 2016

Reapertura de frontera solo trae problemas en la región

Esa fue una de las conclusiones tras la reunión de autoridades regionales y del Gobierno Nacional.

Sin mayores resultados y con la impresión de que aún no se responde a las necesidades de la frontera, culminó ayer una nueva reunión de autoridades regionales y delegados del Gobierno Nacional sobre la reapertura fronteriza.
Los más pesimistas: el Defensor regional del Pueblo, Jorge Villamizar, y el Procurador regional, Juan Carlos Bautista, quienes coincidieron en afirmar que la apertura no ha tenido efectos positivos.
Al respecto, el procurador afirmó que esta ha sido “una apertura sin control”, con 50 mil personas que ingresan diariamente, con rumbo desconocido.
“Aunque un alto porcentaje viene a cubrir  sus necesidades básicas, sobre otros no sabemos a qué ingresan”, dijo.
Por ello, insistió en que el Gobierno debe ejecutar proyectos “con medidas diferenciales” debido a que la frontera nortesantandereana “es muy diferente, pero parece que a las autoridades nacionales, esto poco o nada les importa”.
El funcionario se mostró inquieto por los problemas de seguridad en los municipios de frontera del área metropolitana, y criticó el incumplimiento del compromiso de abrir una oficina de Migración Colombia en Puerto Santander, donde “no hay autoridad”.
Por su parte, Villamizar dijo que el estancamiento en la frontera “es peor”, en especial porque  ingresa más población foránea “y esto es caldo de cultivo para los grupos armados”.
En este sentido, denunció que luego de sus recorridos por la frontera, ha encontrado desplazamiento y abandono de fincas, específicamente entre Puerto Santander y La Grita.
La razón de ello es  el miedo de los pobladores al tránsito continuo de bandas criminales que operan en el límite fronterizo.
“Los grupos armados están trabajando a sus anchas”, aseveró, aunque destacó que en Guaramito sí hay presencia del Ejército, pero sería el único sector protegido.
Una fuente oficial, que pidió la reserva de su nombre concluyó que, en últimas, “la reapertura solo ha servido para recibir delincuentes”.
Saúl Cristancho, secretario de Gobierno de Villa del Rosario dijo que la reapertura no ha sido fácil y reconoció que La Parada “se llenó de vendedores ambulantes de Venezuela”.
“Hemos tratado de recuperar el espacio público, pero ha sido difícil mantener resultados”, declaró.
Agregó que “Villa del Rosario es uno de los municipios que más preocupación tiene con la reapertura, porque en lugar de servir nos está ocasionando problemas”, y enfatizó en la urgencia de la construcción de un puesto de Policía en La Parada, y un batallón en Juan Frío.

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