Una voz de aliento se sintió ayer en medio de la mesa interinstitucional para la reconstrucción de Gramalote tras los anuncios hechos por parte del Fondo Adaptación, que tiene como misión devolverle a las casi 1.300 familias damnificadas el casco urbano que perdieron el 17 de diciembre de 2010.
Tal aliento consistió en la claridad y sinceridad de la titular de ese despacho, Cecilia Álvarez Correa, al afirmar que hubo equivocaciones en el proceso desde el comienzo, pero que el hecho de no haber revelado el nombre del predio al que aspiran seleccionar para el reasentamiento, tal y como se habían comprometido para el pasado 31 de julio, no significa que haya inconsistencias en el trabajo hecho hasta ahora.
Para la funcionaria es preferible pasar por estos inconvenientes antes de tomar cualquier decisión y no sentenciar a un pueblo dolido, como el gramalotero, a otro desastre de la naturaleza.
“El tema de Pomarroso y Miraflores (predios seleccionados para los análisis) sí es delicado. Como están los terrenos en este momento, sería comprar otra tragedia, por eso es que hay que hacer las obras de mitigación y mirar cuál de los dos es el más adecuado. Lo claro es que en este momento no se puede definir ninguno de los dos porque no tienen seguridad para que los habite ninguna persona”, explicó Álvarez Correa.
Lo que ha desencadenado esta decisión, es que por seguridad y garantías la elección del terreno para levantar el casco urbano se prolongue por tres meses más, teniendo en cuenta que el proceso estará acompañado de los resultados de los estudios aplicados por el Servicio Geológico Colombiano (SGC), fuera de un nuevo ingrediente: la inclusión de la Sociedad Colombiana de Geólogos.
“Se viene un trabajo muy fuerte en el que el SGC y lo vamos a hacer de la mano con la Sociedad Colombiana de Geólogos, son de los mejores que hay en el país”.
A esto se le suma la inclusión en la mesa interinstitucional de dos actores comunales que cuentan con el voto de confianza de los damnificados. Se trata del padre Fabián Stapper por parte de la veeduría para la reconstrucción y a Pedro Luis Romero por parte de las asociaciones comunitarias, quienes velarán como representantes de los pobladores por las decisiones que se tomen.
Estos fuero apartes del balance de la reunión que se llevó a cabo en el despacho del gobernador Edgar Jesús Díaz Contreras, en compañía de la alcaldesa del municipio, Sonia Alejandra Rodríguez Torrente, la presidenta del Concejo, Liliana Yáñez, el personero, Gustavo Velandia y los nuevos actores incluidos en el proceso, entre otros.
“La inclusión enriquece muchísimo porque las dos son personas son muy aceptadas por la comunidad, porque la gente quiere estar más enterada y tiene toda la confianza. Bienvenidos porque la reconstrucción no es solo un trabajo del gobierno nacional, sino de todos”, resaltó la gerente del Fondo Adaptación.
Dijo que la no escogencia a tiempo del terreno en la fecha acordada se escapa de las manos de los gramaloteros y del Fondo Adaptación, sobre todo cuando hay que velar por la vida y la seguridad de todos los afectados, pues sin los estudios certeros de mitigación del riesgo en Pomarroso y Miraflores, es imposible de definir.
Para la funcionaria es preferible pasar por estos inconvenientes antes de tomar cualquier decisión y no sentenciar a un pueblo dolido, como el gramalotero, a otro desastre de la naturaleza.
“El tema de Pomarroso y Miraflores (predios seleccionados para los análisis) sí es delicado. Como están los terrenos en este momento, sería comprar otra tragedia, por eso es que hay que hacer las obras de mitigación y mirar cuál de los dos es el más adecuado. Lo claro es que en este momento no se puede definir ninguno de los dos porque no tienen seguridad para que los habite ninguna persona”, explicó Álvarez Correa.
Lo que ha desencadenado esta decisión, es que por seguridad y garantías la elección del terreno para levantar el casco urbano se prolongue por tres meses más, teniendo en cuenta que el proceso estará acompañado de los resultados de los estudios aplicados por el Servicio Geológico Colombiano (SGC), fuera de un nuevo ingrediente: la inclusión de la Sociedad Colombiana de Geólogos.
“Se viene un trabajo muy fuerte en el que el SGC y lo vamos a hacer de la mano con la Sociedad Colombiana de Geólogos, son de los mejores que hay en el país”.
A esto se le suma la inclusión en la mesa interinstitucional de dos actores comunales que cuentan con el voto de confianza de los damnificados. Se trata del padre Fabián Stapper por parte de la veeduría para la reconstrucción y a Pedro Luis Romero por parte de las asociaciones comunitarias, quienes velarán como representantes de los pobladores por las decisiones que se tomen.
Estos fuero apartes del balance de la reunión que se llevó a cabo en el despacho del gobernador Edgar Jesús Díaz Contreras, en compañía de la alcaldesa del municipio, Sonia Alejandra Rodríguez Torrente, la presidenta del Concejo, Liliana Yáñez, el personero, Gustavo Velandia y los nuevos actores incluidos en el proceso, entre otros.
“La inclusión enriquece muchísimo porque las dos son personas son muy aceptadas por la comunidad, porque la gente quiere estar más enterada y tiene toda la confianza. Bienvenidos porque la reconstrucción no es solo un trabajo del gobierno nacional, sino de todos”, resaltó la gerente del Fondo Adaptación.
Dijo que la no escogencia a tiempo del terreno en la fecha acordada se escapa de las manos de los gramaloteros y del Fondo Adaptación, sobre todo cuando hay que velar por la vida y la seguridad de todos los afectados, pues sin los estudios certeros de mitigación del riesgo en Pomarroso y Miraflores, es imposible de definir.
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