Representantes de los pimpineros en el departamento Norte de Santander, en reunión sostenida con Pavel Rondón, director de la Oficina de Relaciones Internacionales de la Gobernación del Táchira, solicitaron elevar al gobierno nacional de Venezuela una petición de revisión del convenio de importación de gasolina y reconversión social de estos trabajadores, firmado por los Presidentes de Colombia y Venezuela hace 7 años.
Los representantes de los pimpineros, trataron el tema de la venta de combustible en la frontera, y aseguraron que los objetivos del convenio ideado por el presidente Chávez para colaborar con la población en esta zona de intercambio colombo- venezolano no se ha cumplido.
Ramón Támara, exdiputado del Norte de Santander, expresó que aprovechando las nuevas condiciones políticas del estado Táchira, con el gobernador, capitán Vielma Mora, y Pavel Rondón en este despacho, decidieron plantear algunos de los problemas que se viven especialmente en Cúcuta con el tema de la gasolina que llega desde Venezuela.
Consideró Támara que es necesario revisar el convenio firmado por el presidente Chávez para suministrarle gasolina a los municipios de la zona fronteriza de Cúcuta, el cual se hizo con unos objetivos muy específicos, uno de ellos que esa gasolina le trajera beneficios a los pimpineros del Norte de Santander, que llevan más de 40 años ejerciendo esa actividad, y fomentar la creación de programas sociales para beneficio de las personas en los sectores más marginales de la ciudad de Cúcuta.
“En más de 7 años que lleva este convenio, no se han cumplido los dos objetivos principales, por eso venimos a plantearle al doctor Rondón, porque sabemos que hay nuevas condiciones, con Elías Jaua como canciller de la República, y se revise que esa gasolina debe llegar a Cúcuta para abastecer la zona fronteriza, y traer beneficios a los pimpineros, a través de un plan de reconversión social y laboral, que hasta hoy no se ha cumplido, con los recursos que quedan de la importación, 68 pesos por galón”, explicó.
Así mismo, manifestó que lo grave está en que la gasolina llega a Cúcuta, se nacionaliza y como el precio del galón está por el orden de los 8 mil pesos, entonces se va al interior del país, y Cúcuta se queda sin gasolina, “es un gran negocio para unos pocos y los grandes sectores afectados no reciben ni una locha”.
Por su parte, José Abel Correa, presidente de Sintragasolina, manifestó que el plan de reconversión socio-laboral, en convenio firmado por los presidentes de Venezuela y Colombia, dice que tiene que entregarse con algún objetivo social a los pimpineros, y se crearon cooperativas para cumplirlo, pero en realidad ha sido un gran engaño para el gobierno venezolano y para el pueblo pimpinero.
Relató Correa que: “al pueblo pimpinero hoy le entregan 2 millones de pesos llamado plan semilla, y 2 millones de pesos prestados que deben cancelar en deuda durante tres años, por 120 mil pesos mensuales, entonces el pimpinero queda empeñado, sin empleo y en la miseria; el llamado al gobierno venezolano, a la Cancillería venezolana, es a que se revise ese convenio y se le de el objetivo social que tiene ese documento, y que Pdvsa instale estaciones de servicio en el Norte de Santander, administradas por los mismos pimpineros para resolver su problemática social”.
Por su parte, Pavel Rondón, director de la Oficina de Relaciones Internacionales, dijo que si bien la Gobernación no tiene competencia en la materia, se entregará el informe al primer mandatario regional, y posteriormente al canciller Elías Jaua, para su análisis.
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