En la carrocería del vehículo, en caletas, fue encontrada la cocaína que podría pertenecer al Clan del Golfo o a Los Rastrojos. La Policía está investigando.
La oportuna alerta de un familiar de la víctima del robo de una camioneta, a la Policía, desencadenó una persecución de película desde la ciudadela Juan Atalaya que terminó con la captura del conductor del vehículo en el barrio Prados del Norte.
Cuando los uniformados adelantaban el procedimiento, se percataron que se trataba de un miembro de la institución, recién trasladado de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) a la Policía de Norte de Santander (Denor).
El detenido fue identificado como Jeickson Fabián Martínez Velasco, de 27 años, quien llevaba ocho años de servicio en la Policía, como patrullero.
Tras la captura, la camioneta venezolana marca Toyota, color blanco, fue trasladada hasta las instalaciones de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), donde un perro antinarcóticos detectó que en el vehículo había droga.
Luego de una rigurosa revisión, los investigadores descubrieron caletas en las que estaban camuflados al menos 37 kilos de clorhidrato de cocaína.
¿Cómo fue?
Según se conoció, presuntamente Martínez, en compañía de otros tres hombres, portando gorras de la Policía, interceptaron en la mañana del viernes 2 de diciembre, a los ocupantes de la camioneta en el corregimiento Campo Dos de Tibú, los bajaron del vehículo, los amarraron y los dejaron tirados a un costado de la carretera; minutos después los asaltantes huyeron a bordo del carro con rumbo hacia Cúcuta.
Desde el momento en que la familiar de la víctima observó la camioneta por la ciudadela de Atalaya, se inició la persecución que contó con el apoyo de las cámaras de seguridad de la Policía.
A medida que el patrullero Martínez tomaba un rumbo diferente, los cuadrantes de los sectores por donde transitaba se unían a la persecución, por lo que al menos 50 uniformados apoyaron el procedimiento.
El comandante de la Mecuc, coronel Yecid Arango, aseguró que Martínez será sometido al procedimiento penal ordinario, sin ningún tipo de beneficios, debido a que esto hace parte del plan anticorrupción creado desde la Región 5 de Policía.
Asimismo, no descartó que el uniformado hiciera parte de alguna banda delincuencial dedicada al tráfico de drogas.
“Probablemente tenía conexión con anterioridad pero no se le había encontrado nada”, dijo el oficial.
Martínez había llegado a la Denor desde el 2 de noviembre, pero tras ser notificado de que sería trasladado a la estación del corregimiento Guamalito (El Carmen) pidió vacaciones y, además, solicitó el retiro de la Policía.
Cuando debía presentarse a laborar, se excusó por enfermedad, por lo que se presume que ya tenía planeado con anticipación el hecho delictivo.
Martínez fue capturado y enviado a la cárcel por los delitos de receptación y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, por los que deberá responder a la justicia.
Fuente: La Opinión.Com
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