Confusión, es la palabra que reina entre los Rosarienses de cepa, las nuevas generaciones y los foráneos adoptados en ésta hermosa tierra. Al iniciar por parte de algunos de sus residentes una discusión por la fecha de la fundación del Histórico Municipio. Para quienes el día 5 de agosto de 1761 es una fecha herrada, y la real es el 24 de marzo de 1734. Versión que a la fecha no ha podido ser corroborada.
Sin embargo lo que es inconcebible es la falta de compromiso de la secretaría de cultura municipal para coordinar y organizar el único homenaje que se le realiza al año a la Villa Histórica. La actividad estuvo plagada de una desorganización total. Una alborada sin convocatoria, una caravana en la que desfilo el carro de bomberos, la miniteca y los tres empleados de cultura municipal; quienes incitaban a los habitantes a salir al menos en toalla a rendir un homenaje al Municipio.
Además, no se invito a un hijo ilustre del municipio, a un historiador o tan siquiera se pago una eucaristía en agradecimiento y acción de gracia al DIOS TODOPODEROSO al celebrar un año más de la existencia del Municipio. En pocas palabras un evento realizado sobre la marcha.
Pero no fue lo único, el acto protocolario disto de ser un homenaje, asemejándose más a un desfile de modas en el que los altos funcionarios ni por respeto al Tricolor Municipal se retiraban los lentes de sol, El brindis según los presentes al parecer fue con una bebida gaseosa o eso fue lo que se vislumbro en los trasparentes vasos, Melodías modernas no relacionas con el evento y la poca o casi nula concurrencia de funcionarios.
Lo único de resaltar es la absoluta austeridad de la alborada y acto protocolario, para lo cual no se gastaron recursos en invitaciones, propaganda, pergaminos de reconocimiento, trasporte, refrigerios o arreglos florales. El único recurso invertido fue el del alquiler del sonido y las sillas de los pocos concurrentes.
Es importante que los altos funcionarios de la administración Municipal, no sólo hagan su trabajo, sino además se comprometan en exaltar las fechas como debe ser, con un verdadero sentido de pertenencia.
No sin antes terminar quisiéramos saber si con estas acciones herradas y que son continuas en esta administración de sus secretarios de despacho llegaremos a tener la “CIUDAD QUE NOS MERECEMOS”.
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