Ricardo Lozano Forero, nuevo embajador de Colombia en Venezuela.
El nombramiento de Ricardo Lozano Forero como embajador de Colombia en Venezuela, trajo expectativas sobre papel que el diplomático podría tener en la normalización de la relación entre ambos países, afectada no solo por temas como el delito trasnacional, sino por diferencias políticas e inconformismo en la población fronteriza.
No en vano la renuncia de su antecesor, Luis Eladio Pérez, se dio en medio de un llamado de atención de la canciller María Ángela Holguín, por unas declaraciones que causaron molestia en Venezuela sobre el asesinato del diputado chavista Robert Serra.
Es por esto que según el experto en derecho internacional de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, el reto de Lozano será mantener una buena relación diplomática, a pesar de las acusaciones que hay en Colombia sobre la supuesta relación del vecino país con la guerrilla, y a su vez, las críticas de Venezuela sobre la posible injerencia de un sector de la derecha colombiana en su soberanía.
"Otro tema prioritario es el de la deuda que tienen los venezolanos con los exportadores colombianos, es un tema sensible que debe saber manejar el embajador, al igual que lo relacionado con el crimen trasnacional en la frontera", indicó Jaramillo.
Precisamente, el presidente Juan Manuel Santos tuvo en cuenta los dotes de 'conciliador' de Lozano, quien ya había sido embajador de Colombia en Ecuador, país con el que también se fracturaron las relaciones durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
En su paso por esa embajada, Lozano logró no solo reactivar los acercamientos diplomáticos, sino que consolidó la creación de estrategias de interés mutuo para agilizar la ejecución de programas binacionales.
Para Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, más que fortalecer la relación diplomática, el nuevo cambio en la embajada debe representar una mayor presencia del Estado en la zona fronteriza, especialmente luego de que el presidente Nicolás Maduro decidiera extender la medida unilateral del cierre nocturno de la misma.
"De nada sirve ser el mejor amigo de Nicolás Maduro, si esa amistad no se revierte en cosas buenas para los colombianos que residen en esta zona y que a veces denuncian tratos discriminatorios por parte de la guardia venezolana, especialmente con la acusación de una supuesta presencia de paramilitares en la zona", argumentó Rodríguez.
En ese punto el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció que ya está listo un memorando de entendimiento entre Colombia y Venezuela, que define el protocolo de atención a los frecuentes casos de incursión de las guardias de los dos países en territorio fronterizo.
Sin embargo, más que acuerdos diplomáticos, los connacionales demandan una mayor acción estatal sobre este y otros aspectos que afectan su condición de vida, como la reactivación de las remesas, que ya ha afectado la agenda económica de los dos países.
Este fue otro de los temas abordados durante el último gabinete binacional, donde Santos y Maduro estudiaron la posibilidad de un acuerdo que fije un tipo de cambio más bajo que el actual para reactivar el flujo de las remesas de los colombianos residentes en Venezuela.
Los expertos coinciden en que el fortalecimiento de las relaciones será un asunto de tratar 'con pinzas', pues Venezuela es uno de los países que acompaña el proceso de paz, principal apuesta del gobierno y de gran parte de la comunidad internacional.
No en vano la renuncia de su antecesor, Luis Eladio Pérez, se dio en medio de un llamado de atención de la canciller María Ángela Holguín, por unas declaraciones que causaron molestia en Venezuela sobre el asesinato del diputado chavista Robert Serra.
Es por esto que según el experto en derecho internacional de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, el reto de Lozano será mantener una buena relación diplomática, a pesar de las acusaciones que hay en Colombia sobre la supuesta relación del vecino país con la guerrilla, y a su vez, las críticas de Venezuela sobre la posible injerencia de un sector de la derecha colombiana en su soberanía.
"Otro tema prioritario es el de la deuda que tienen los venezolanos con los exportadores colombianos, es un tema sensible que debe saber manejar el embajador, al igual que lo relacionado con el crimen trasnacional en la frontera", indicó Jaramillo.
Precisamente, el presidente Juan Manuel Santos tuvo en cuenta los dotes de 'conciliador' de Lozano, quien ya había sido embajador de Colombia en Ecuador, país con el que también se fracturaron las relaciones durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
En su paso por esa embajada, Lozano logró no solo reactivar los acercamientos diplomáticos, sino que consolidó la creación de estrategias de interés mutuo para agilizar la ejecución de programas binacionales.
Para Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, más que fortalecer la relación diplomática, el nuevo cambio en la embajada debe representar una mayor presencia del Estado en la zona fronteriza, especialmente luego de que el presidente Nicolás Maduro decidiera extender la medida unilateral del cierre nocturno de la misma.
"De nada sirve ser el mejor amigo de Nicolás Maduro, si esa amistad no se revierte en cosas buenas para los colombianos que residen en esta zona y que a veces denuncian tratos discriminatorios por parte de la guardia venezolana, especialmente con la acusación de una supuesta presencia de paramilitares en la zona", argumentó Rodríguez.
En ese punto el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció que ya está listo un memorando de entendimiento entre Colombia y Venezuela, que define el protocolo de atención a los frecuentes casos de incursión de las guardias de los dos países en territorio fronterizo.
Sin embargo, más que acuerdos diplomáticos, los connacionales demandan una mayor acción estatal sobre este y otros aspectos que afectan su condición de vida, como la reactivación de las remesas, que ya ha afectado la agenda económica de los dos países.
Este fue otro de los temas abordados durante el último gabinete binacional, donde Santos y Maduro estudiaron la posibilidad de un acuerdo que fije un tipo de cambio más bajo que el actual para reactivar el flujo de las remesas de los colombianos residentes en Venezuela.
Los expertos coinciden en que el fortalecimiento de las relaciones será un asunto de tratar 'con pinzas', pues Venezuela es uno de los países que acompaña el proceso de paz, principal apuesta del gobierno y de gran parte de la comunidad internacional.
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