Simón Bolívar, el Libertador de América, no pudo lograr su sueño de consolidar la Gran Colombia.
Su visión libertadora estuvo orientada hacia la unión del Continente. De ello dan cuenta diversos documentos y escritos, de extraordinaria actualidad, en los cuales describe la realidad y las posibilidades futuras de las naciones americanas. De todos los elevados títulos y nombramientos que recibió en vida, el que más amó fue el de Libertador. Hoy, 24 de julio, se cumplen 229 años del natalicio de Simón Bolívar.
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, nació en Caracas en 1783, hijo de Juan Vicente Bolívar y Ponte y doña María Concepción Palacios y Blanco, ambos criollos. Fue un militar y político de la época republicana de la Capitanía General de Venezuela, fundador de la Gran Colombia y una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente al imperio español.
Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran confederación política y militar en América, de la cual fue Presidente. Además es considerado por sus acciones e ideas “Hombre de América” y una destacada figura de la Historia Universal, ya que dejó un legado político en diversos países latinoamericanos, algunos de los cuales le han convertido en objeto de veneración nacionalista.
En efecto, a más de dos siglos de su muerte, Venezuela y América Latina han dado un vuelco y pusieron en alto su pensamiento independentista, antiimperialista y anticapitalista, enrumbada hacia la unidad que en el siglo XIX promovió el Libertador de América. Justamente, ese pensamiento bolivariano se transmite en Venezuela por factores del oficialismo.
No es un secreto que desde hace más de 10 años, los factores políticos del país -oposición y oficialismo- se disputan usar las plazas que llevan su nombre, para conmemorar su natalicio o muerte, en medio de parafernalias e interpretaciones que se adaptan a las ideologías de cada quien.
Para la oposición, el punto de partida en la ideología de Bolívar es el republicanismo, concebido como un sistema que es el más democrático que pueda existir, ya que la Jefatura del Estado es elegida en sufragio universal y eso significa que debe existir una correlación total, una interdependencia, entre los términos república y democracia.
Lo cierto es que la influencia histórica del Libertador fue riquísima y diversa. Fue un liberal con una gran sensibilidad social, muy acorde a su época, y fue tan amante de la libertad como de la igualdad. Para Bolívar no existían las fronteras. Soñó con una gran nación o confederación que uniera a todas las antiguas colonias españolas de América, inspiradas en el modelo de Estados Unidos.
Pero fue el separatismo, que continuó en los países que él había soñado como integrantes de una gran nación confederada, lo que le hizo abandonar la vida pública. No obstante, dejó un legado en obras literarias, compuestas por cartas, discursos, arengas y proclamas, que hoy día siguen vigentes en lo más alto de la conciencia del mundo americano.
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